Hace unos días, saltaba a la palestra informativa la noticia de un ciberataque masivo que se había producido a través de dispositivos muy simples conectados a Internet, lejos de los habituales ordenadores o de los teléfonos móviles inteligentes (smartphones), y que podían ser tan simples y cotidianos como cafeteras o neveras, pero con ciertas capacidades (algunos lo llaman “inteligencia”) y conexión a la red.

Es la llamada Internet de las Cosas, o IoT por sus siglas en inglés (Internet of Things), y para algunos ya constituye el nuevo nivel de amenaza al que debemos empezar a enfrentarnos.

La reconocida compañía especializada en seguridad informática Kaspersky Labs, ha llevado a cabo un estudio sobre los retos a los que nos lleva a enfrentarnos el despliegue masivo de objetos conectados, y cómo podemos combatir los riesgos que se abren para que cibercriminales nos ataquen.

Para ello, la compañía rusa ha analizado diversos objetos cotidianos conectados, como pueden ser una cámara IP, una cafetera, un sistema de seguridad doméstico, o un Chromecast de Google, todos ellos controlados mediante smartphone.

Su conclusión, demoledora: en casi todos ellos ha hallado agujeros de seguridad que pueden facilitar una intrusión desde el exterior.

En algunos casos, como el de la cafetera, ni siquiera ha sido necesario que el atacante se encuentre en la misma red Wi-Fi a la que está conectada la cafetera, ya que dicho dispositivo enviaba la información a través de la red sin cifrar, permitiendo de esta forma que cualquiera se hiciera con la password de la red inalámbrica.

A partir de los datos obtenidos en este estudio, los expertos de Kaspersky nos recomiendan ciertas medidas a tomar para evitar que nuestra red doméstica sea objeto de intrusiones.

En primer lugar, y antes de adquirir cualquier dispositivo “inteligente”, debemos informarnos a través de Internet sobre él, buscando noticias sobre problemas de seguridad e intrusiones que se hayan producido en las redes de usuarios de estos.

Cuanto más reciente sea el producto, mayores son las probabilidades de que existan en su firmware y su software agujeros de seguridad indocumentados, por lo que es mejor considerar la adquisición de tecnología con varios meses o años en el mercado y que haya recibido ya actualizaciones de software, ya que su robustez contra ataques estará más comprobada.

Finalmente, debemos ser sensibles con la adopción de tecnología; ¿realmente es necesaria? Para cada función y dispositivo que queramos comprar, deberemos ser conscientes de que puede abrir una puerta para que los cibercriminales penetren en nuestro hogar. ¿Vale realmente la pena correr el riesgo? A veces, podemos hacer lo mismo sin tanta tecnología de por medio, aunque no nos sea tan fácil.