El brunch, la comida más importante del domingo
María C. López-Villalta
El brunch gana cada vez más adeptos es España, un desayuno tardío o un almuerzo temprano, perfecto para reponer fuerzas después de una noche de marcha.
Levantarse tarde un domingo solía ser antes la manera perfecta de quedarse sin desayunar: cafeterías, panaderías y churrerías cerradas, y nada que llevarse a la boca hasta la hora de comer. Por suerte, hace años que los americanos exportaron la idea del brunch, una comida a medio camino entre el ...
Levantarse tarde un domingo solía ser antes la manera perfecta de quedarse sin desayunar: cafeterías, panaderías y churrerías cerradas, y nada que llevarse a la boca hasta la hora de comer. Por suerte, hace años que los americanos exportaron la idea del brunch, una comida a medio camino entre el desayuno y el almuerzo, cuyo nombre procede de la unión de estas dos palabras en inglés (breakfast y lunch).
Cada vez son más las cafeterías y hoteles que sirven el brunch los fines de semana, en un horario que suele oscilar entre las diez de la mañana y las tres de la tarde. Se dice que fueron los ingleses quienes introdujeron el brunch en los Estados Unidos allá por 1896, de ahí que casi todas las variantes de esta comida incluyan recetas típicas anglosajonas: huevos, bacon y salchichas. Normalmente servido en forma de buffet, en el brunch más habitual también suele haber una selección de panes y bollería, fiambres y quesos, además de café, zumos, frutas e infusiones. Aparte de estos ingredientes, que no dejan de ser los habituales de un buen desayuno, algunos brunch también pueden incluir carnes, pescados, ensaladas y toda una variedad de platos preparados.
Uno de los brunch más famosos es el neoyorkino, en el que se suelen tomar huevos a la Benedictine (escalfados, sobre una tostada con bacon y cubiertos con salsa) y un cóctel Bloody Mary. La versión más golosa de este almuerzo también incluye todo tipo de dulces del desayuno típico americano, como tortitas con sirope y fruta, muffins o gofres.
Aunque el brunch es sin duda la mejor opción para poder comer bien y sin excusas después de una noche de juerga, lo cierto es que esta comida se está convirtiendo cada vez más en una costumbre social y una forma de ocio, de manera que incluso los más madrugadores se apuntan a degustarlo. También es muy habitual celebrar reuniones de negocios o cursos de formación en torno a un buen buffet de brunch.
La oferta es cada vez más abundante en las grandes ciudades españolas, donde no solo encontramos restaurantes donde poder desayunar bien a media mañana, sino locales que lo acompañan con música en directo, actividades para niños o incluso ofrecen hacer la manicura.
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