Ya es invierno y cada vez notamos más y más frío tanto fuera como dentro de casa. Seguro que cuidas tu hogar para que sea acogedor y bonito, pero no hay duda de que también tienes que prepararlo para estos meses duros que se avecinan. Un lugar que estéticamente es lo más, pero que no es cálido, no es lo suficientemente habitable. Además, debes hacer todo lo posible para ahorrar energía en la calefacción para no abusar de ella y cuidar el medio que te rodea y tu bolsillo.

Los textiles son esenciales que deberías potenciar para que tu hogar resulte cálido y acogedor. Las alfombras deben estar presentes sí o sí en el suelo de cualquier habitación para mantener la temperatura idónea. El salón y la sala de estar son las habitaciones donde más se utilizan, porque es donde pasamos la mayor parte del tiempo y porque tendemos a sentarnos o tumbarnos en el sofá descalzos. De igual forma, a ambos lados de la cama para levantarnos y pisar sobre una alfombra calentita y suave. Estos textiles son indispensables, no solo aíslan el suelo del frío, sino que son una pieza de decoración perfecta.

Las mantitas y cojines de telas cálidas como la lana son tendencia este invierno. Podrás envolverte cada noche con ellas y tu cuerpo te lo agradecerá. En el mercado encontrarás toda clase de estampados y colores diferentes para dar un aire más agradable y seductor a tu hogar. Las mantas de pelo llevan de moda desde hace bastante tiempo y dispones de varias medidas para adaptarlas a cualquier sitio, ya sea en una silla, mecedora, sofá, sillón o a los pies de tu cama. En cuanto a los cojines, también los hay de pelo, así como fabricados en algodón con estampados paisley o dibujos geométricos de aire étnico que concederán un estilo único a tu hogar.

No debes olvidarte del aire helado que pasa por las rendijas de tus puertas y ventanas. Esto no tiene nada de decorativo, pero tienes que impedir que esas corrientes pasen al interior de tu hogar para que esté calentita y tus facturas vengan más reducidas. Para eso has de localizar las entradas de aire y sellarlas bien con ayuda de burletes. Estas gomas se colocan en las rendijas para que no pueda entrar aire frío ni salir el aire caliente procedente de tu calefacción.

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