Pese a que serán vistos por primera vez por la prensa y el público en el CES que comienza en pocos días en Las Vegas (Nevada, Estados Unidos), Samsung ya ha adelantado las características y la imagen de sus nuevos smartphones de gama media-alta, los Galaxy A.

Concretamente, se trata de los Galaxy A7 (con pantalla de 4,7 pulgadas) y A5 (5,2”), siendo ambos mejoras de sendas líneas de terminales ya previamente existentes, en los cuales podemos disfrutar de cuerpos enteramente metálicos y acabado trasero en cristal.

El primero de estos, el A3, monta un procesador de ocho núcleos funcionando a 1,6 GHz, al cual le acompañan 2 GB de memoria RAM y 16 GB de almacenamiento interno, ampliables mediante una ranura para tarjetas microSD compatible con tarjetas de hasta 256 GB.

Uno de los aspectos que la marca surcoreana ha cuidado tanto en este terminal como en su “hermano mayor”, ha sido la cámara; la principal (trasera) es de 13 Mpx, con una apertura de F1,9, mientras que la secundaria (delantera, para “selfies”), es de 8 Mpx con la misma apertura.

Además de poder iluminar la pantalla para utilizarla a modo de flash durante la toma de una selfie, el software de fotografía también dispone de la posibilidad de establecer un botón flotante en cualquier parte de la pantalla, de forma que podamos ubicarlo donde nos sea más cómodo para pulsar.

Es resistente a los elementos, con un índice de protección IP68, dispone de conectividad Wi-Fi 802.11ac y Bluetooth 4.2, además de conector USB-C.

El A5 (de mayor tamaño de pantalla) tiene un procesador más rápido, también de ocho núcleos pero funcionando a 1,9 Ghz, y un “giga” más de RAM, totalizando 3. Además, el espacio de almacenamiento interno duplica al del A3, llegando a los 32 GB, ampliables también mediante ranura microSD compatible con tarjetas de hasta 256 GB.

En los que respecta a las cámaras, la delantera se homologa a la trasera, con un sensor de 16 Mpx en ambas, convirtiendo a este en un terminal idóneo para “selfies”.

Otro aspecto que diferencia a este modelo del A3 es la inclusión del sistema de pagos electrónicos con el móvil Samsung Pay.

Ambos terminales salen al mercado equipados con Android 6.0.1, aunque muy probablemente serán actualizables a Android 7 en un futuro próximo, tan pronto como Samsung prepare y valide las actualizaciones pertinentes. También incluyen el sistema de reconocimiento de voz S-Voice, gracias al cual podemos dar órdenes de voz a nuestro terminal, y la solución de seguridad Samsung KNOX.

Podemos adquirir ambos modelos en cuatro colores: Black Sky, Gold Sand, Blue Mist y Peach Cloud.