Se estima que el 80% de la población ha sufrido dolor en la zona lumbar alguna vez. En concreto, en Espala el 75% de las mujeres y el 8% de los hombres padecen de lumbalgia crónica. Por ello, hay que tomar medidas cuánto antes.

Fortalecer la columna

La lumbalgia se previene ganando elasticidad en la musculatura y en las articulaciones de la cintura. Para ello, lo mejor es practicar ejercicio para tonificar los músculos con deportes como la natación, el aquagym, caminar a buen ritmo o siguiendo una rutina de estiramientos.

También es muy importante corregir las posturas inadecuadas y proteger la espalda desde las cervicales hasta el coxis evitando el sobreesfuerzo, la obesidad o el estrés.

Gestos para proteger las cervicales

Casi siempre una mala postura desde esta zona, acaba afectando a toda nuestra espalda. Así que sigue estos consejos para evitar estas consecuencias:

1.- Buena postura: camina con el abdomen contraído y los hombros hacia atrás. Al sentarse intenta mantener la espalda erguida y no fuerces el cuello.

2.- Reparte el peso: si vas a la compra con carro empújalo delante de ti en vez de arrastrarlo. Si lo que te pesa es el bolso, mejor decantarse por uno pequeño e ir alternándolo de hombro.

3.- Almohada baja: es la idónea para dormir. Si duermes de lado, ponte un cojín entre las piernas e intenta evitar echarse la siesta en el sofá, porque suele pasar factura.

Elegir el calzado adecuado

Hay que elegir bien los zapatos que nos vamos a poner porque si no son los adecuados, acabarán sufriendo nuestra columna, rodillas y cadera. Tan malo es ir con demasiado tacón como ir con zapatos planos. Los tacones modifican la posición natural de la columna y el plano aumenta el impacto al andar. El zapato ideal debe ser ligero, flexible y capaz de amortiguar la pisada: de punta ancha y con tacón inferior a 4 ó 5 cm.

La forma natural de aliviar la lumbalgia

Cuando tenemos dolor, enseguida se recurre a los analgésicos; pero si este dolor es frecuente para evitar en la medida de lo posible los efectos secundarios, es mejor recurrir a terapias naturales.

Lo más efectivo es aplicar calor local, primero seco durante cinco minutos y luego húmedo de 10 a 15 minutos empapando un trapo con infusión de romero, eucalipto o menta que estimulan la circulación y actúan como relajante muscular, sustituyéndolo antes de que se enfríe. Los masajes son buenos, pero si el dolor es agudo, mejor no aplicarlos porque entonces puede empeorar.