Cada vez buscamos productos más eficaces, cómodos y prácticos para el cuidado corporal y sobre todo para conseguir la silueta que tanto deseamos. Sabemos bien que durante la noche, cuando el organismo descansa y se produce la renovación celular, los productos cosméticos son más eficaces y se obtienen mejores resultados. Pero ¿sabías que cualquier tipo de grasa corporal puede convertirse en grasa 'tóxica' y que por ello se vuelve más difícil de eliminar?

Grasa corporal, necesaria en su justa medida
Las funciones de la grasa corporal son muy diversas. La principal es la de almacenamiento de la energía. También es necesaria para protegernos, actuando como aislante térmico y contribuyendo a mantener la temperatura corporal en niveles estables, protegiéndonos del frío y del calor. La grasa sirve para transportar las vitaminas en el cuerpo, puesto que si se encuentra en poca cantidad en el organismo podría causar carencias nutricionales. Y también actúa como sostén de muchos órganos y los protege de potenciales daños físicos.
Además, la grasa actúa como almacenamiento de sustancias tóxicas, tales como dioxinas, pesticidas, etc., que nos llegan a través del ambiente y la alimentación, para que no alcancen y dañen los órganos. Esta acumulación de toxinas en la piel ralentiza el metabolismo de las grasas, fomentando la formación de grasa localizada, la denominada grasa 'tóxica'. Y para poder quemarla bien, se necesita primero liberar las toxinas acumuladas.

¿Por qué la grasa 'tóxica' resulta difícil de eliminar?
La mala alimentación, el estrés y un mal estilo de vida en general amenazan las células grasas y estas se protegen segregando grandes dosis de ácido araquidónico, sustancia que protege las membranas celulares de los radicales libres filtrando los tóxicos. Estas altas dosis de ácido araquidónico producen un desequilibrio en la combustión de grasas y como consecuencia se quema menos grasa subcutánea y más lentamente.

Innovación cosmética en reducción de grasa localizada
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