Estamos más que acostumbrados a comprar ropa a través de Internet, pero la cosa cambia mucho cuando se trata de decoración. Los gastos de envío son perfectamente asequibles en el primer caso, incluso muchas tiendas low cost ofrecen promociones y descuentos muy atractivos, mientras que en el segundo resulta mucho más costoso y no nos atrevemos a dar el paso.

Es simple, no hay forma de tocar los materiales, ni tan siquiera podemos probar un sillón o un colchón y por eso, la mayoría de las veces, preferimos no arriesgar demasiado. Sin embargo, también están los valientes, los que han probado fortuna con éxito porque han buscado información, han hablado directamente con la empresa o han tenido en cuenta las características específicas de cada producto para tener muy claro lo que están comprando.  

Y es que cada vez son más las tiendas online de muebles que salen a la palestra, con muchas propuestas modernas e innovadoras, y precios económicos que resultan muy golosos. Además, muchas de ellas disponen de un sistema de comunicación inmediato, como es el chat, para poder resolver las dudas de sus clientes al instante. También existe el precedente de tiendas muy conocidas que han decidido dar el salto al comercio online, cuyos productos generan mucha confianza porque son de sobra conocidos. Es el caso de Ikea y su tienda online 1.0.

Dicho esto, ¿qué tenemos que tener en cuenta para fiarnos de esa tienda online que tiene el mueble que tanto nos gusta? Pues ante todo la descripción que debe ser lo suficientemente aclaratoria y rigurosa, aportando toda clase de aspectos técnicos y estéticos. Es muy importante conocer los materiales utilizados en la fabricación de dicho artículo y conocer otros aspectos importantes como son: medidas, qué cosas incluye y cuáles no, cómo se ha de limpiar, si el producto viene o no montado, etcétera. Las descripciones son la clave para saber si un mueble o un producto va a encajar en aquel rincón vacío o en el centro del salón, algo que también resulta muy significativo para la propia tienda, pues ahí está la clave que establecerá su fracaso o éxito.

Es necesario medir hasta la saciedad. Debes tomar buena nota de las medidas que te indican en la descripción y coger una cinta métrica para hacerte una idea muy aproximada de cómo quedará el artículo en cuestión en tu hogar. Así no te llevarás sustos innecesarios. También has de tener en cuenta las medidas del paquete o embalaje y las propias del ascensor, ancho de la escalera o puerta para cerciorarte de que efectivamente cabe y el transportista puede hacer bien su trabajo.  

Las fotos resultan fundamentales. Si no podemos palpar el producto, al menos debemos estar seguros de cómo es su forma, acabado y color. Cuántas más fotos tenga la tienda, más posibilidades tendrás de imaginarte cómo quedará, incluso muchas de estas tiendas incluyen imágenes del mueble o producto en una habitación especialmente decorada para que veas sus dimensiones y te hagas una idea de cómo queda mejor.

De cualquier modo, de una foto a otra puede variar el color por la luz . También puede suceder que los colores del catálogo parezcan diferentes en tu pantalla. En cualquiera de estos casos, lo mejor es contactar con el vendedor para que te verifique el color exacto del mueble o artículo, incluso cabe la posibilidad de que puedan enviarte por mail otras fotos o incluso enviarte una pequeña muestra para que puedas tocar el tejido y comprobar su tonalidad real.  

  *Foto portada: Twitter