Seguramente más de una vez has entrado a un lugar y has sentido una energía especial o, por el contrario, una sensación de opresión e incomodidad. Las tonalidades que utilizamos al vestirnos dice mucho más de lo que creemos, los colores influyen de manera directa en nuestra forma de ser y el ánimo.

Los colores son un factor importante que afecta a nuestras emociones, de hecho, han aparecido numerosos estudios sobre la psicología del color dando lugar a conclusiones muy interesantes. Pueden influir en nuestros pensamientos y decisiones así como en la actitud personal.

Existen tres tipos de comportamiento de los colores: activos, neutros y pasivos. Todos ellos presentan una serie de características influyendo en el comportamiento de nuestras emociones. A continuación, mostramos algunos ejemplos de los colores más representativos:

El color blanco aporta limpieza, pureza, dando una mayor sensación de espacio y luz. También puede dar sensación de vacío y tristeza.

El color rojo es una tonalidad que impregna fuerza dando un nivel muy alto de energía, vitalidad, movimiento… hace a las personas más vitales, enérgicas subiendo los valores de la adrenalina. Puede llegar a transmitir cierta sensación de intimidación.

El naranja imprime optimismo, entusiasmo, emoción, es un color recomendado para las personas introvertidas. Estimula la creatividad y los pensamientos positivos ayudando a generar confianza y seguridad.

El verde es uno de los colores más recomendados para la relajación y el equilibrio; es una tonalidad visualmente más agradecida que otras, aporta tranquilidad y sensación refrescante, comodidad y paz. Es ideal para liberar el estrés y las tensiones diarias.

El color amarillo genera optimismo y alegría. Podemos decir que está a un nivel por encima del naranja; debe utilizarse en tonalidades suaves porque puede llegar a ser irritante y molesto.

Los azules son colores muy utilizados en habitaciones o baños, pues imprimen calma, serenidad y tranquilidad. Aportan sensaciones de sosiego, reposo y quietud influyendo en la bajada del ritmo cardiaco y en el control de la respiración.

Esta son algunas pautas para tener cierta base acerca del significado de los colores. La elección de los mismos es personal y debemos ser fieles a nuestros gustos para acercarnos a un verdadero equilibrio entre los colores y nuestras emociones.