Cuando nuestro organismo no es capaz de hacer frente a los excesos y eliminar los elementos tóxicos que afectan a su funcionamiento, puede resultar necesario "ayudarle" a realizar esta "limpieza" utilizando las medidas adecuadas para hacerlo. Destacaría:

-Incluir o incrementar en tu dieta el consumo de vegetales (puerro y apio) y frutas (piña y fresa) consumidos de manera natural, los aceites vegetales sin procesar (oliva virgen) y el vinagre de manzana.

-Utilizar bajo control médico las infusiones de plantas depurativas que favorezcan la diuresis (como el té o la cola de caballo) y la expulsión de compuestos tóxicos.

-Eliminar alimentos y bebidas procesados (refrescos, bollería, etc.), azúcar refinado, alimentos fritos y rebozados (mejor a la plancha), el consumo excesivo de proteínas animales, alcohol y café o el exceso de aditivos.

-Cambiar hábitos nocivos. Dejar de fumar, eliminar el alcohol, etc.

No debes recurrir a ningún "producto milagroso" que realmente no es beneficioso. En este grupo podríamos incluir los famosos batidos "detox", compuestos que plantean problemas que los expertos analizan. Entre los principales riesgos destacaría que:

-Su consumo habitual puede provocar un aumento de peso a largo plazo. Inicialmente puede ocurrir que pierdas peso o volumen, pero a la larga volverás a recuperarlo o incrementarlo.

-Resultan más caros que otros alimentos interesantes para tu organismo. Son productos elaborados cuyo precio es superior al de los alimentos al natural.

-Crea confusión entre quienes quieren "comer sano y cuidar su salud". Consumir un batido de estas características no puede sustituir una "comida de verdad".

-Generan problemas nutricionales por déficit de vitaminas y minerales. Su consumo elimina comidas fundamentales, pues se utilizan como sustitutos. No contienen los nutrientes necesarios para mantener un estado óptimo de salud, por lo que resultan perjudiciales.

Cambiar hábitos nocivos, beber agua, hacer ejercicio e incluir alimentos depurativos constituye la mejor opción para purificar tu organismo. Aunque son muchos los alimentos de uso habitual que actúan a este nivel, nos gustaría destacar: ajo, alcachofa, algas, cardo, cebolla, espárragos, frambuesas, fresas, jengibre, limón, naranja, papaya, piña, quinoa, remolacha, semillas (de chía, cáñamo, lino o calabaza), etc. Introducirlos en tu menú diario es muy sencillo. Te proponemos recetas fáciles y saludables como:

-Batido de fresas, leche de coco y limón.

-Espárragos trigueros con ajos a la plancha.

-Revuelto de algas y alcachofas.

-Batido de frambuesas, leche de avena y jengibre.

-Hamburguesa de quinoa con cardo a la plancha.

-Sopa de cebolla.

-Agua con zumo de limón.

-Zumo natural con fresas, piña y limón.

-Yogur natural con semillas de chía.

-Macedonia de papaya, frambuesas y naranja.