Electroestimulación ¿para todos?

Una palabra de moda que a casi todos nos suena y que se ha vendido como terapia universal milagrosa. Y no es exactamente así. Cierto es que incrementa exponencialmente el trabajo muscular, pero también tiene muchas contraindicaciones. Es importante conocer sus ventajas e inconvenientes para tomar la decisión adecuada respecto a su práctica. Acude a un centro especializado en el que se controlen todos los parámetros y ponte en manos de un profesional cualificado.

17/11/2017

La electroestimulación muscular es una técnica que se ha hecho popular entre quienes desean obtener el mayor rendimiento con el mínimo esfuerzo cuando realizan ejercicio físico. Se han multiplicado los centros dedicados exclusivamente a este método y han aumentado las ventas de productos personalizados para utilizar personalmente en tu propia ...

La electroestimulación muscular es una técnica que se ha hecho popular entre quienes desean obtener el mayor rendimiento con el mínimo esfuerzo cuando realizan ejercicio físico. Se han multiplicado los centros dedicados exclusivamente a este método y han aumentado las ventas de productos personalizados para utilizar personalmente en tu propia casa.

Se basa en un mecanismo usado desde hace años para mejorar la acción muscular y aumentar así los beneficios de la práctica de ejercicio. Utiliza unos electrodos que dirigen corrientes eléctricas controladas que alcanzan las fibras musculares más profundas y difíciles de trabajar por uno mismo, lo que provoca un elevado estrés neuromuscular que debe ser bien controlado. Estos estímulos eléctricos generan una contracción muscular, objetivo preferente de los que se ejercitan adecuadamente.

A nivel básico, quienes lo practican se ponen un traje (para la estimulación del cuerpo entero) o un chaleco (actividad local) en el que se encuentran insertados unos electrodos en diferentes puntos predeterminados. Una vez colocado sobre el cuerpo del practicante, se conecta a una máquina que proporciona los estímulos requeridos siguiendo una pauta específica. Es importante que sea controlada por un profesional que seleccione el programa adecuado y analice los parámetros fundamentales para una práctica segura y beneficiosa.

Las sesiones no pueden realizarse de manera seguida, siendo recomendable realizarlas en días alternos y combinarlas con ejercicios cardiovasculares específicos. Se ejercitan a la vez grupos musculares concretos y pueden resultar dañados si se ejecuta de manera inadecuada.

Se ha utilizado para el tratamiento de ciertas lesiones musculares y para mantener la forma física de algunos pacientes determinados, pero no debe realizarse sin la supervisión de un profesional.

Es importante recalcar que se requiere actividad, que no podemos permanecer pasivos esperando que sea la máquina a la que nos han conectado la que haga todo el trabajo. Si deseas obtener un buen resultado, debes acudir a un centro especializado y seguir la pauta que los expertos te indiquen.

No pueden practicarla quienes padecen ciertas patologías como: alteraciones neurológicas (epilepsia), procesos tumorales, problemas circulatorios, problemas metabólicos (diabetes, hipertiroidismo, etc.), patologías inflamatorias (artritis). Tampoco resulta adecuado para los niños, para quienes portan un marcapasos o durante el embarazo. En cualquier caso, sería recomendable consultar al médico antes de empezar con las sesiones para evitar la aparición de problemas inesperados.

No esperes resultados maravillosos e inmediatos, además de ser necesario disfrutar previamente de una forma física mínima para que no se presenten problemas de salud, porque requiere un esfuerzo real. Se han encontrado casos de rabdomiolisis (proceso producido por un daño muscular excesivo debido a una actividad física superior a la que pueden soportar) que puede generar un fallo renal agudo (con elevados niveles de creatinquinasa) de pronóstico grave. Esta circunstancia confirma que no es una técnica indicada para personas sedentarias, que no hayan realizado entrenamientos de fuerza previos o como único ejercicio.

No te lo plantees como un método de adelgazamiento eficaz. Para perder peso saludablemente es necesario seguir una dieta adecuada y realizar el ejercicio físico apropiado. Considéralo una técnica adicional que puede ayudarte a alcanzar tus objetivos, pero no como única terapia.

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