La correcta aplicación del protector solar es fundamental para asegurar una protección solar completa. La UE recomienda aplicar 2mg por cm² pero lo cierto es que no solo fallamos en la cantidad de producto utilizado, sino que, a pesar de utilizar protección solar, las quemaduras ocasionadas por el sol son muy usuales en ciertas partes del cuerpo que no tenemos en cuenta. Son esas a las que no llegamos o que no creemos que vayan a sufrir daño: las "zonas olvidadas", que suelen ser las que más sufren los efectos perjudiciales del sol.

¿Pero cuáles son esas zonas? Seguro que más de un verano lo has sufrido:

• La cabeza y el cuello, especialmente las orejas, el puente de la nariz, los labios y el cuero cabelludo, sobre todo en personas calvas
• La parte interna de los brazos, el pliegue de las axilas y las manos
• El pecho y la zona cercana al borde del bañador
• Los pies y los empeines
• La espalda, tanto la parte inferior, como la superior, sobre todo por la difícil aplicación sin ayuda

Eucerin, consciente de este problema, dispone de una amplia variedad de protectores solares en todos los formatos. Uno de los más cómodos por aplicación es el spray. El protector solar Sun Spray FPS50+ Sensitive Protect, no solo ayuda a proteger las pieles más sensibles del sol, sino que además, gracias a su cómodo aplicador en spray, facilita la aplicación en cada parte del cuerpo. ¿Un truco para protegerlas correctamente utilizando un protector solar en spray? Pulveriza en cada zona 15 veces y la protección está asegurada. No hay que olvidar la reaplicación tras cada baño o cada dos horas.

Eucerin Sun Spray FPS50+ Sensitive Protect ofrece un nivel muy elevado de protección celular y UV frente a los daños que induce el sol en la piel. Indicado para pieles normales, en su avanzada formulación cuenta con:

• El sistema Advanced Spectral Technology, que cumple con los estándares más altos de la UE de protección frente a la radiación UVB/UVA.
• Licocalcón A, que protege de la luz visible de alta energía (HEVL), un tipo de radiación solar que también es una causa importante de fotoenvejecimiento, ya que induce en la piel la generación de especies reactivas de oxígeno.
• Ácido glicirretínico, que ayuda a los mecanismos propios de la reparación del ADN de la piel.