Durante los primeros meses del año, la mayoría de las personas intenta cambiar sus hábitos, ya sea porque comienza el año o porque tienen ganas de tomar un rumbo nuevo. Pero, ¿por qué resulta tan difícil mantener estos hábitos saludables? El entrenador de Freeletics, John-Francis, cree que los hábitos son lo único que impiden comer más sano y lograr tus objetivos de composición corporal. Sobre todo porque eliminar los viejos hábitos e intercambiarlos por patrones nuevos, saludables y conscientes requiere de una disciplina constante. "Tan solo es necesario una gran autodisciplina, sobre todo al principio, para que una acción se convierta en un hábito. Una vez el nuevo comportamiento se convierte en hábito, hace falta menos disciplina para mantenerlo, por lo que las acciones se volverán automáticas", afirma. Y destaca un punto: "Céntrate en un solo hábito cada dos semanas. Un hábito que afecte en gran medida al peso y al bienestar. Algo que te aporte resultados, que complemente tus objetivos", insiste.

Pequeñas acciones, grandes resultados

Por ejemplo, pensar en qué comida puedes mejorar y hacer, al menos, el desayuno, la comida o la cena un poco más saludable. Y tomártelo como un juego: "Digamos que comes algo dulce con gran cantidad de hidratos de carbono por la mañana y luego te sientes inquieto, perezoso y cansado. Intenta cambiarlo por un desayuno con un alto contenido de proteínas con menos hidratos de carbono y con un poco más de grasa. Si te gusta tomar postre en la cena, busca una alternativa que ofrezca la misma sensación de recompensa y de satisfacción. Por ejemplo, un paseo de 10 minutos después de tu última comida del día o ver tu programa de televisión favorito con una rica taza de té", aconseja el entrenador.

Aunque apunta a que no solo es necesario mejorar la comida si no prestar atención a la forma de comer. Másticar más, comer despacio y parar cuando estés lleno al 80%, ya que la sensación de saciedad se activa unos 15-20 minutos después de dar el primer bocado. Así que, ¡tómate tu tiempo!

Por último, el entrenador de Freeletics afirma que en vez de sustituir alimentos, también se pueden añadir otros. "Cuando empiezas una dieta nueva, en vez de reducir, restringir o prohibir algo sabroso y poco saludable, añade algo. Puedes incluso tomarte una pieza de fruta después de comer o añadir alimentos con más proteínas en el desayuno. De esta forma ¡es casi imposible hacerlo mal! La nutrición es sencilla, pero no es fácil", concluye.