El doctor Timm Golueke, creador de la firma de cosméticos Royal Fern, basada en el helecho como ingrediente principal, sostiene que es en la zona del contorno de los ojos donde aparecen los primeros signos de la edad de todo el rostro. Las contracciones musculares que realizamos al gesticular contribuyen a su aparición, pero también la deficitaria película hidrolipídica que posee el contorno.

La buena noticia es que es una zona que responde muy bien a los cuidados, tanto de técnicas manuales o tecnológicas como de formulaciones para cubrir esas necesidades específicas perioculares. Por eso él tiene claro que si una persona no ha utilizado cosméticos nunca, el primero que debería empezar a usar es el contorno de ojos para prevenir la aparición de esos signos o para atenuarlos si ya están presentes.

Asimismo, dentro de la rutina de belleza diaria, debe ser el primer producto que apliquemos después de limpiar el rostro. Incluso antes que el serum y la crema hidratante, ya que de este modo se favorece la absorción de los principios activos.

Es muy importante elegir productos que aporten hidratación y nutrición. Estas dos acciones son el secreto para que el maquillaje no se cuartee. Así lo cree Jon Rummis, director de Formación de Rodial, quien asegura que "una buena hidratación previa combinada con un buen producto de maquillaje, a poder ser también tratante, podrían acabar con ese efecto tan indeseado".

A toquecitos

Aplicar el producto correctamente es básico. Lo mejor es hacerlo a toquecitos suaves. Nada de presionar la zona ni pellizcar. Jane Foulston, consejera ejecutiva de la firma inglesa Emma Hardie, recomienda utilizar siempre el dedo anular para aplicar el contorno de ojos. Explica que es "el que menos presión ejerce al depender del dedo corazón para su movimiento", y añade que hay que tener en cuenta que estamos trabajando la zona más sensible y la piel más fina del rostro, por lo que "tratarla con delicadeza es prioritario".

Dormir con la cabeza alta en relación al resto del cuerpo y aplicar frío son otros remedios más caseros para conseguir mejorar la calidad de la piel del contorno de ojos. Lo primero ayudará a reducir la retención de líquidos, haciendo que las bolsas perioculares se muestren menos hinchadas, y lo segundo activará la microcirculación sanguínea y el drenaje, mejorando asimismo el tono de la piel.

Sin embargo, nada de lo anterior proporcionaría los resultados esperados sin el complemento de una buena protección solar. Nos referimos tanto a cosméticos que protejan la piel de los efectos nocivos de la radiación solar como al uso de gafas de sol, con lentes dotadas de filtros solares que evitan que guiñes los ojos cuando incida el sol directamente en ellos. Desde la firma óptica Cottet señalan que en las últimas décadas nos hemos ido concienciando de que, aunque nos guste estar bronceados en verano, el sol es un agente muy agresivo, por lo que igual que tomamos medidas para proteger nuestra piel, las tenemos que tomar también para cuidar nuestros ojos. Temporada tras temporada, sus colecciones en gafas de sol son un referente en el ámbito de los complementos de moda para muchos diseñadores y tienen gran éxito entre el público en general.

Productos recomendados

• Royal Fern: Phytoactive Eye Cream (160 €), cuenta con vitamina C y camomila, que atenúan el tono oscuro de las ojeras.
• Colbert: Nourish Eye Cream (118 €) y Uplift Eye Serum (120 €), con propiedades altamente nutrientes.
• Emma Hardie: Midas Touch Revitalising Eye Serum (65 €), una fórmula ligera para el contorno de ojos.
• Rodial: Dragon´s Blood Eye Gel (55 €), hidrata en profundidad.
• Zelens: Triple-Action Advanced Eye Cream (95 €), con péptidos, antioxidantes y extractos de plantas sobre una exclusiva base de ácido hialurónico enriquecido con colágeno marino.
• Muti: Anti-Age Eye Cream (39,50 €): en gel, a base de ácido hialurónico, urea, aceite de aguacate y activos derivados del plancton.
• Cottet: para la temporada 2019 sus propuestas hacen guiños a la arquitectura experimental de los años 50 y al look ochentero extremo. Perfiles angulosos, formas muy marcadas, acetatos gruesos y lentes degradadas son el nuevo lenguaje del eyewear del verano de 2019.