Una vez que sabemos que el miedo está en nuestras vidas, debemos poner todo nuestro empeño en acabar con él. Tenemos que liberarnos, volver ha tomar las riendas de nuestra vida. Tomar decisiones sin que él opine constantemente, o ser capaces de relacionarnos con los demás tal y como somos realmente.

Lo más importante para conseguir todo esto, es entender lo que sucede realmente. Identificar dónde se esconde para poder atraparlo. Es evidente, que nuestros miedos residen en nuestra mente, por lo que será desde allí desde donde tendremos que combatirlo. Entonces, igual que si de un músculo se tratase, necesitaremos ponerla en forma.

Si queremos controlar nuestros miedos, debemos controlar nuestra mente. Aprender a seleccionar qué queremos que aparezca en ella. Son miles los pensamientos que la recorren a diario, y lógicamente no podemos controlarlos todos, aunque sí que podemos identificar aquellos que nos hacen sentir mal. Los pensamientos que provienen del  miedo.

Un aspecto muy importante que aparece en algunos libros de desarrollo personal es entender que nunca podremos tener más de un pensamiento a la vez. Parece algo muy básico y muy simple, y es así, pero muy valioso al mismo tiempo. Cuando hayamos identificado todos esos pensamientos que nos va lanzando nuestro miedo, sólo tendremos que ir sustituyéndolos por otros que nos resulten placenteros. Los pensamientos que proceden del temor, nos generan vibraciones bajas, negativas, que nos impiden desarrollarnos como debemos. No permiten que veamos todo las opciones que tenemos ante nosotros, limitándonos física y emocionalmente. Sin embargo, los pensamientos que proceden del amor, de la ilusión, de la alegría, nos producen altas vibraciones, positivas, que nos ayudan a expandirnos libremente, sin límites.

Y todo ello, independientemente de la situación que sea. No importa que nuestra realidad vital sea poco o nada ventajosa en ese momento. El miedo seguirá siendo algo mental, solamente, por lo que podremos controlarlo. Y la situación, poco a poco irá desapareciendo o transformándose, gracias a que hemos cambiado nuestros pensamientos, y por lo tanto, nuestra actitud; o  nosotros dejaremos de verla como algo tan terrible. A menudo, los mejores obsequios que recibimos en esta vida vienen envueltos en papeles de regalo feos y rotos, pero que contienen valiosos tesoros dentro.

Es momento de que desaparezcan tus miedos. Querer hacerlo es parte ya de la solución. Trabaja tu mente, y poco a poco se irán yendo y sentirás que eres tú, un ser libre, en continua expansión, quien controla tus emociones, tus sentimientos, toda tu vida.