Es recomendable comerlos en cualquier modalidad. Puedes preparar una menestra, un pisto, añadirlos a un gazpacho, asados y como guarnición de la carne, etc. Esta opción es muy útil para que sus propiedades nutricionales puedan ser aprovechadas por nuestro organismo. A ello se une la capacidad de la capsaicina para mejorar los dolores articulares por lo que queremos acercaros los datos que manejan quienes la utilizan.

La capsaicina es un alcaloide que está presente en los pimientos, la guindilla, el chile y otros alimentos picantes precisamente porque en su composición química se encuentra esta sustancia. Es incolora e inodora, y el principal componente de los vegetales de la especie Capsicum. Se le adjudica un ligero efecto reductor de peso porque utiliza las grasas del organismo para elevar la temperatura corporal, pero no es un método de adelgazamiento.

Su reconocida actividad la hace muy interesante para tratar dolores musculares y articulares, siendo utilizada por vía tópica al formar parte de la composición de pomadas y ungüentos utilizados en patologías que cursan con dolor e inflamación. También es recomendable el consumo habitual de pimientos y demás alimentos que la contienen en personas sanas que no padecen problemas digestivos.

El mecanismo de acción se relaciona con la reducción de la actividad de la sustancia P en los terminales nerviosos sensoriales locales. Esta sustancia P se asocia al inicio de la transmisión del estímulo doloroso y con enfermedades como la artritis, la psoriasis, la enfermedad intestinal inflamatoria y la osteoartritis (en la que se usa tópicamente combinada con la toma oral de paracetamol o ácido acetilsalicílico).

La forma de presentación más habitual es en cremas de administración tópica que pueden comprarse sin receta, aunque debe ser pautado por el médico. La posología más frecuente es la aplicación tres o cuatro veces al día con un ligero masaje en la zona afectada. Una vez usada, debes lavarte las manos en profundidad para evitar el contacto de la capsaicina con las mucosas. Si la zona afectada son las manos, debes esperar media hora antes de lavarlas para que sea efectivo el tratamiento.

En ningún caso se puede usar sobre heridas, irritaciones de la piel, cerca de los ojos o en las mucosas. Tampoco es adecuada si la zona dolorida es muy amplia, quedando su uso restringido a pequeñas zonas bien localizadas. No se debe presionar ni aplicar calor tras su administración.

No deben utilizarla quienes sufren alergias a los pimientos o los picantes. Si surge alguna alteración o reacción alérgica, debes dejar de usarla y consultar al médico o farmacéutico. Recuerda que la utilización indiscriminada de cualquier producto con efecto farmacológico puede ser perjudicial y provocar efectos secundarios indeseables, por lo que deben utilizarse bajo supervisión del especialista.