Lo recomendable y recomendado por los especialistas es que cuidemos nuestros hábitos todo el año: equilibrar lo que comemos y consumimos, no excluir alimentos imprescindibles, hacer ejercicio a diario e ingerir nutrientes de todos los grupos de alimentos. Para adelgazar saludablemente es imprescindible visitar a un especialista, el único que puede ayudarte y determinar lo que más te conviene. Se recomienda un chequeo preliminar para descartar problemas de salud concomitantes y un estudio de hábitos dietéticos, actividad diaria, metabolismo basal y composición corporal que le permitirán trazar una dieta personalizada y adaptar el ejercicio físico más adecuado.

Existe un amplio elenco de profesionales, siendo el más indicado el especialista en dietética, que conoce los mejores métodos de adelgazamiento y los productos adecuados para tratar problemas concretos (retención de líquidos, celulitis, etc.) de venta en herboristerías, farmacias y parafarmacias. Busca siempre un profesional titulado que garantizará que posee las aptitudes necesarias para tratarte. Háblale abiertamente para que concentre sus esfuerzos (y los tuyos) de manera adecuada, pues las dietas más eficaces son las personalizadas, adaptadas al paciente concreto.

Es imposible perder los quilos acumulados durante el año en unas semanas, por lo que reconocerás una dieta “milagro” si promete perder peso muy rápido, sin esfuerzo, de manera segura y sin riesgo para la salud, haciendo recomendaciones dietéticas sin fundamento científico y, lo que es peor, con efectos secundarios negativos: déficit de vitaminas y minerales, alteraciones metabólicas, y, en casos extremos, anorexia o bulimia. Además, al dejarlas se produce un efecto rebote, adquiriéndose incluso más quilos de los perdidos.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria tiene una página web en la que te puedes informar acerca de los peligros de utilizar estas dietas y las “clasifica” en tres grupos:

- Hipocalóricas, en las que se reduce la cantidad de calorías ingeridas a costa de un desequilibrio nutricional. Suelen recomendar el consumo de uno o varios alimentos descartando otros imprescindibles y promueven, por ejemplo, alimentarse con un único tipo de fruta durante días (normalmente, manzana o pomelo).

- Excluyentes, en las que se eliminan absolutamente ciertos nutrientes (lípidos, proteínas y/o hidratos de carbono) porque engordan. Aquí se encuadra la de Atkins, que propugna el consumo abusivo de proteínas (hasta el 90% de la ingesta), una baja ingesta de hidratos de carbono y elimina pan, harina, leche y legumbres.

- Disociativas, en las que se separan los alimentos en función de su inadecuada combinación para la digestión en el estómago. La más famosa es la de Hay, que incide en no consumir conjuntamente proteínas e hidratos de carbono (¡prohibido el filete con patatas!). Elimina la leche, la fruta, muchas verduras, el pan, etc.

Aunque estén de moda, piensa que ni son eficaces, ni inocuas, ni adecuadas y que, al dejarlas, sufrirás un efecto rebote que te devolverá a la situación previa pero con problemas nutricionales añadidos. Aprende a comer; es fundamental adquirir buenos hábitos y transmitirlos a los jóvenes. Es cierto que tenéis poco tiempo para hacer la comida y que cada uno coméis en un sitio diferente, pero seguro que os podéis organizar haciendo la comida principal juntos (aunque sea la cena). ¡Ganarás salud!

Más información en aesan.mssi