Zumos de vegetales ¿por qué no?

Carmen Reija

Aunque lo más frecuente es utilizar frutas, tampoco debes descartar utilizar verduras y hortalizas en la preparación de zumos. Pueden prepararse con muchos vegetales, por lo que en la elección va a influir nuestro gusto y apetencias. No todas nos gustarán y nuestro paladar necesita acostumbrarse a nuevas combinaciones de sabores que resulten sanas y equilibradas.

01/05/2014

Es de sobra conocida la bondad de los vegetales (verduras y hortalizas) y el importante aporte nutricional que supone para nuestro organismo. Estamos acostumbrados a consumirlos cocinados (normalmente cocidos) y queremos proponer una nueva vía que ya tiene muchos adeptos y no todos son vegetarianos. Si lo piensas, no es tan ...

Es de sobra conocida la bondad de los vegetales (verduras y hortalizas) y el importante aporte nutricional que supone para nuestro organismo. Estamos acostumbrados a consumirlos cocinados (normalmente cocidos) y queremos proponer una nueva vía que ya tiene muchos adeptos y no todos son vegetarianos.

Si lo piensas, no es tan raro. Seguro que has probado el gazpacho, por ejemplo, y la idea es muy similar. Aprovecha esta época en la que hace más calor para iniciarte en su consumo ya que su frescura también te ayudará a soportar las elevadas temperaturas.

La ventaja de estos preparados es que es el propio consumidor el que elige lo que quiere tomar, su mejor combinación y se aprovechan todas las propiedades que estos alimentos tienen sin necesidad de cocinarlos y evitando la pérdida de vitaminas que este proceso acarrea.

Se recomienda beberlos entre horas. Sería perfecto tras tomar una fruta rica en vitamina C (fresas, mandarina, piña, melón) para mejorar la absorción de hierro de los vegetales del zumo.

Puedes preparar diferentes licuados mezclando los componentes que desees en una licuadora. Para empezar a conocerlos sería mejor mezclarlo con fruta para que nuestro paladar reconozca el sabor de la misma y le resulte más “sencillo” adaptarse a este nuevo preparado.

Las combinaciones son infinitas. Te proponemos: espinacas, perejil, apio y manzana; lechuga, endibia y limón; pepino, limón, berro y manzana; calabaza con manzana; zanahoria con limón; calabaza, zanahoria, apio y manzana; tomate, pepino y limón; remolacha con zanahoria; tomate, zanahoria y manzana.

Su consumo acepta que sean salados o dulces. Para darle el toque salado puedes añadir ajo, aceite, sal, pimienta, orégano, etc. Será más dulce si solo lleva la fruta y la verdura, debiendo evitar añadir azúcar o edulcorantes.

Nuestra recomendación es que elijas una buena licuadora para que la textura sea agradable, utilices un colador (si no te gusta notar en la boca los “trozos”), añadas hielo (si quieres que esté más fresco) y lo consumas tras prepararlo (para que se mantengan todas sus propiedades nutritivas).

Anímate. No te pesará. Empieza por una pequeña cantidad (una zanahoria, medio tomate y una naranja, por ejemplo) para evitar tirar demasiada mezcla si la primera vez no te gusta. No te desanimes si la primera vez te resulta desagradable; vuelve a intentarlo hasta que consigas la mezcla que mejor te sepa. Tu organismo te lo agradecerá.

Más información en ocu.org y eroski.com

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