La flacidez facial es el resultado de múltiples causas: envejecimiento natural, cambios hormonales, pérdida de masa muscular, disminución de colágeno, mala circulación, exposición a agresores externos y hábitos de vida como el estrés, el tabaquismo o una dieta inadecuada. Reconocer los síntomas tempranos -como la pérdida de definición en el óvalo facial, la aparición de surcos profundos y la falta de tonicidad en mejillas y cuello- permite actuar a tiempo con cuidados específicos, tratamientos estéticos o cambios en el estilo de vida que ayuden a conservar la firmeza y juventud del rostro. Reunimos algunas soluciones.

Uno de los problemas estéticos más comunes con el paso del tiempo es la pérdida de firmeza en el rostro, conocida como flacidez facial. Este fenómeno no solo responde al envejecimiento cronológico, sino también a una serie de factores que afectan directamente la estructura y calidad de la piel. La piel ... + leer más