El consumo de las vísceras y otros elementos poco convencionales de los animales tiene detractores absolutos y seguidores incondicionales. La base de esta relación se considera cultural, pues es más fácil introducirlas en la primera edad (que aún no tenemos ideas preconcebidas) y son muchos los padres que no quieren hacerlo porque ellos mismos no las comen. Lo importante es probarlas y decidir si formas parte de un grupo u otro. No renuncies porque te resulte incómodo…pueden sorprenderte su sabor y textura.

No son muchos los hogares en los que se utilizan estos elementos (que también forman parte de la anatomía del animal) para elaborar sencillas recetas o elaborados platos que forman parte de la denominada “cocina de autor”. La influencia de nuestra educación e ideas preconcebidas inadecuadas es lo que más ... + leer más