Enfrentémonos al acoso

Cuando pensamos en el acoso, nos centramos únicamente en los “malotes”. Pensamos en hogares complejos en los que los padres no son capaces de controlar a sus hijos. Pero no es así. El acoso se da a todos los niveles, en familias desestructuradas o completamente estructuradas. Tampoco es cuestión de edad o de género. Se han planteado casos de niños muy pequeños que golpean a sus compañeros y de jovencitas adolescentes que machacan a sus enemigas con llamadas ocultas o palabras inadecuadas en las redes sociales.

El acosador se ve protegido por los compañeros que, lejos de defender al que está sufriendo, se alían con el malvado para evitar padecer lo mismo. Creen que manteniéndose a su lado se verán libres de sus ataques y miran hacia otro lado o lo animan en sus agresiones. Las violentas ... + leer más


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