En el pasado, el entrenamiento de fuerza y la musculación eran algo exclusivo para el hombre. Hoy día, las mujeres han perdido el miedo y cada vez son más las que utilizan pesos pesados y demás para perder peso, reducir la grasa corporal y sentirse bien consigo mismas. Eso de pensar ...
En el pasado, el entrenamiento de fuerza y la musculación eran algo exclusivo para el hombre. Hoy día, las mujeres han perdido el miedo y cada vez son más las que utilizan pesos pesados y demás para perder peso, reducir la grasa corporal y sentirse bien consigo mismas.
Eso de pensar que la mujer podía perder la silueta femenina pasó a la historia, convirtiéndose este tipo de entrenamiento en uno de los más demandados. Nos hemos fijado en muchas actrices, cantantes y deportistas, que no han dudado en colgar los vídeos de sus ejercicios diarios junto a sus entrenadores personales. Lo que vemos nos gusta y nos han ayudado a descubrir un mundo nuevo con mucho potencial para obtener la figura deseada.
En el gimnasio, las mujeres suelen decantarse por máquinas de cardio, mientras prefieren evitar las máquinas que sirven para el entrenamiento de fuerza como las mancuernas. Ahora bien, a la hora de definir y tonificar nuestro cuerpo, esta actividad es necesaria.
Los músculos son la clave para eliminar la grasa y los kilos de más. Al hacer este tipo de ejercicio, incluso seguimos quemando calorías en reposo, aumentando de esa manera el metabolismo basal, algo que se traduce en una pérdida de grasa continuada en el tiempo.
El entrenamiento de fuerza en mujeres se traduce en un desarrollo muscular valioso y en el mantenimiento de los músculos. En el hipotético caso de que lo combináramos con actividades de resistencia y una dieta hipocalórica, obtendríamos una pérdida de peso que va a asociada a la pérdida de masa muscular. Las consecuencias serían un déficit calórico insuficiente para quemar grasa corporal con el riesgo de sufrir después el temido efecto rebote.
El entrenamiento de fuerza define los músculos y nos ayuda a conservarlos. Además, estimula la pérdida de grasa. El ejercicio de resistencia puede servir para completar dicho entrenamiento, ayudándonos a mejorar nuestro rendimiento, fortalecer el sistema cardiovascular y a quemar más calorías.
Muchas mujeres evitan hacer entrenamiento de fuerza porque piensan que van a desarrollar músculos grandes como los hombres. Sin embargo, la mujer es biológicamente diferente al hombre y su estructura también lo es. Partimos de la base de que el cuerpo de la mujer produce menos cantidad de testosterona (la hormona que promueve el crecimiento del músculo) que en el caso del hombre. Así, el resultado del entrenamiento de fuerza en la mujer es otro, no tanto en forma de grandes músculos, sino de curvas definidas y firmes.
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