Cada vez mujeres de países `desarrollados´ eligen dar a luz en casa. Sin embargo, aún persiste cierta animadversión a quienes escogen esta opción, bajo el argumento de que el riesgo de que el parto transcurra fuera del hospital contribuye a una mayor mortalidad perinatal y neonatal o es perjudicial para la madre. Tanto es así que incluso muchos profesionales sanitarios todavía se siguen echando las manos a la cabeza si una mujer elige la opción de traer al mundo a su bebé en un entorno más familiar y sereno.

Pero la ciencia echa por tierra tales ideas, determinando que, siempre y cuando sea con la supervisión de una matrona, no hay diferencias entre parir en casa o en un centro médico en cuanto a seguridad se refiere.

Lo que dicen estudios recientes

Así lo manifiestan dos investigaciones publicadas en la prestigiosa revista científica The Lancet en julio de 2019 y en mayo de 2020. Se trata de dos grandes meta-análisis de investigaciones de hospitales de Suecia, Nueva Zelanda, Inglaterra, Países Bajos, Japón, Australia, Canadá y Estados Unidos.

Elegir un entorno extrahospitalario, por tanto es seguro en embarazos de bajo riesgo tanto para la madre como para el bebé. Según un metanálisis con una muestra de 500 mil mujeres que eligieron el parto domiciliario acompañadas de una matrona, la razón de probabilidades de muerte perinatal o neonatal en comparación con las que tenían la intención de dar a luz en el hospital fue de 1,07%. De manera que el riesgo es prácticamente el mismo.

Además, estos análisis han manifestado que en comparación con quienes optaron por el hospital, hubo menor incidencia de cesáreas, de herramientas obstetricias como ventosas o fórceps, episiotomías, laceraciones perineales profundas e infecciones puerperales. Así pues, al ser sometidas a menos intervenciones externas, estas nuevas madres tienen una mejor recuperación postparto y un comienzo menos traumático de la lactancia.

Siempre en embarazos de bajo riesgo

Por lo tanto, "claramente se demuestra que el riesgo no difiere entre parir en casa o en el hospital", tal y como subraya Eileen Hutton profesora de Obstetricia y Ginecología de Universidad McMaster de Canadá, directora fundadora del Centro de Investigación de Obstetricia de McMaster e impulsora de uno de los estudios.

Siempre teniendo presente que apoyar el parto domiciliario no significa demonizar el hospital que, en algunos casos, es recomendable o incluso necesario. De hecho, con la llegada de la pandemia este debate ha vuelto a cobrar fuerza, y los expertos han actualizado pautas para garantizar la seguridad y el bienestar de la madre y el bebé si se considera la opción de un alumbramiento domiciliario.

En este sentido, las mejores candidatas para el parto en casa son mujeres embarazadas con un solo feto y al menos que hayan cumplido las 37 semanas de gestación. Si por el contrario, el bebé viene de nalgas, es un embarazo múltiple, o la futura madre ya ha tenido partos por cesárea previamente, no se le aconseja que planifique la llegada de su hijo en un entorno que no sea un hospital.