¿Hace poco que lo has dejado con tu pareja? ¿El miedo te paraliza y no sabes cómo superarlo? Tranquila, no eres la única que ha atravesado momentos duros al terminar una relación sentimental. Independientemente de quién haya tomado la decisión o el tiempo que haya durado tu relación, es lógico que te sientas mal y sea algo doloroso para ti.

Los finales pueden ser más o menos traumáticos. De hecho, muchas rupturas están asociadas a procesos difíciles, pero debes saber que no durará siempre y que todo cambiará con el paso del tiempo. Al final, recordarás esa etapa sin que te cause dolor y se convertirá en una experiencia más que te servirá para crecer y aprender.

Las diferentes fases de la separación

Cuando una relación de pareja llega a su fin, el proceso de duelo está muy presente. Cuando una historia que ha formado parte de nuestra vida termina, necesitamos hacernos a la idea para hacer frente al cambio que se avecina.

Lo normal es que la ruptura pase por diferentes etapas. Lo importante es no quedarse estancada en ninguna de ellas y seguir pasando el duelo sin complicaciones ni grandes bloqueos.

• Negación. A veces no podemos aceptar que todo ha terminado y es lógico sentir tristeza.
• Ira. Una vez hemos asimilado el dolor, pasamos al odio al no entender el comportamiento de la otra persona.
• Negociación. En esta fase intentamos buscar una solución y volver al punto de partida a través de llamadas o mensajes.
• Depresión. Nos hemos dado cuenta de que la relación ha terminado y que nunca volveremos a estar con esa persona. Esta etapa se caracteriza por la pérdida de apetito, dormir mal y no tener ganas de hacer nada.
• Aceptación. En esta última etapa recuperamos las fuerzas y empezamos a hablar de esa etapa pasada con normalidad sin que pueda hacernos daño.

Consejos para superar la ruptura

Tras ser conscientes de las diferentes etapas que forman parte del duelo, estos consejos te ayudarán a saber cómo afrontar una ruptura sentimental.

• Valórate y trabaja tu autoestima. Es fundamental quererse y valorarse. Aprende a disfrutar de ti misma y acéptate como eres, sintiéndote única.
• Acéptalo sin más y da la bienvenida a tu nueva realidad. Acepta la nueva situación para no alargar demasiado el proceso y rompe con esa dependencia emocional hacia la otra persona.
• No pasa nada por llorar y desahogarse. Si necesitas llorar, hazlo. No pasa nada. Es algo normal. Lo importante es no reprimir tus emociones y liberarlas aunque estés con gente.
• Despídete del victimismo. Compadecerte de ti no te llevará a ningún lado. No eres la única que ha vivido una etapa tan dura y si los demás han podido hacerle frente, tú también lo harás.
• Sal de tu burbuja y conoce gente. Relacionarte con amigos, familiares o compañeros de trabajo te vendrá muy bien para desconectar. Durante las primeras etapas del duelo, nos apetece pasar un tiempo solos, pero es importante no aislarse en exceso. Sal, queda con gente y haz planes, aunque te dé pereza. Sólo así obtendrás nuevas posibilidades.
• Plantéate nuevos proyectos y retos. Los periodos de inactividad bloquean y no sirven para nada, tan sólo para experimentar emociones y pensamientos negativos. Comienza nuevos proyectos y márcate metas y objetivos.
• Aprender de los errores y seguir hacia adelante. No eches la vista atrás y deja de pensar en lo que pudo haber sido. Lo mejor es aprender de lo vivido, intentar buscar el lado positivo y mejorar los errores que hayas cometido.
• Pedir ayuda. Si ves que sigues anclada en el pasado y que estás demasiado triste a pesar de que ya ha pasado un tiempo, busca ayuda profesional. Un psicólogo puede ser la mejor solución para superarlo, reorientar la ira y la frustración, y alimentar tu bienestar emocional.