En relación a la necesidad de dar agua a tu bebé, no existe una norma específica pero sí hay recomendaciones generales. Destacaría que:

1. Si el bebé tiene menos de 6 meses y toma el pecho siempre que lo solicita no necesita ningún otro líquido, ni agua, ni infusiones porque su hidratación es correcta. No importa la temperatura exterior o que esté muy abrigado, no es necesario darle ningún otro líquido salvo indicación expresa del pediatra.
2. Cuando el bebé tiene más de 6 meses y ya come otros alimentos después de las tomas a demanda de leche materna, de vez en cuando, se le puede ofrecer agua. No es preciso insistir en que la beba si él no lo desea, ya lo hará en otro momento.
3. Durante el primer año se recomienda ofrecerle el pecho antes de las papillas o purés que vaya a tomar por lo que, probablemente, no necesitará agua y no la querrá. A medida que va creciendo y su ingesta de alimentos sólidos aumenta, beberá el agua que se le ofrece o te la "pedirá" de alguna manera.Es importante señalar que no se le debe añadir azúcar ni ofrecer zumos en vez de agua. En esta etapa de su crecimiento solo puede beber agua, salvo indicación de su pediatra.
4. Los bebés alimentados con leche materna no precisan utilizar tetinas para beber agua. A partir de los 6 meses cualquier bebé es capaz de beber de un vaso o una taza pequeña, aunque debemos tomar todas las precauciones posibles para evitar atragantamientos.
5. No es aconsejable ofrecerle directamente agua de una botella, aunque sea pequeña y "adaptada", para evitar infecciones y diarreas. El calor puede alterar su composición e, inexorablemente, la succión producirá la entrada de saliva y restos de comida en la botella que se pudrirán y le infectarán al volver a beber.Si llevas una botella de agua al parque, por ejemplo, sería recomendable llevar también un vaso y darle en él el agua.
6. Intenta ofrecerle el agua o cualquier otra bebida siempre en un vaso. Tras haber bebido, debes tirar el líquido sobrante y no volver a dárselo al bebé.

Cualquier bebida, al igual que los alimentos, deben ser transportadas en envases bien cerrados y fríos para evitar contaminaciones. Se recomienda que no lo utilices si no tienes la completa seguridad de que se ha mantenido en perfectas condiciones higiénicas.

Parece más complicado de lo que es en realidad. La preocupación por mantener a tu bebé hidratado es comprensible, pero no debes obsesionarte con la idea y forzarle en exceso. Es difícil que se deshidrate, aunque debes controlar los síntomas y acudir al pediatra ante la mínima duda.