Vivimos momentos difíciles que se han extendido en el tiempo. Hace más de un año que empezó una pandemia que nos ha afectado a todos los niveles y ha paralizado a la humanidad. Y no solo sufrimos los síntomas asociados al covid, también se han multiplicado los problemas psicológicos. Los más ...
Vivimos momentos difíciles que se han extendido en el tiempo. Hace más de un año que empezó una pandemia que nos ha afectado a todos los niveles y ha paralizado a la humanidad. Y no solo sufrimos los síntomas asociados al covid, también se han multiplicado los problemas psicológicos.
Los más frecuentes son los relacionados con la ansiedad. El proceso ansioso puede deberse a una situación coyuntural o constituir un trastorno psiquiátrico que requiere la ayuda del médico y la medicación adecuada para resolverse.
Su frecuencia es superior en primavera y otoño, aunque puede aparecer en todas las estaciones, sobre todo en momentos como éste de incertidumbre vital, social y económica.
Quienes padecen ansiedad describen síntomas diversos. Los más frecuentes son: insomnio, nerviosismo, cefaleas, dolor de estómago, mareos, hipertensión y náuseas o todos a la vez.
Un primer paso consiste en cambiar tu estilo de vida, enfrentarte a los problemas de manera optimista, no adelantar acontecimientos negativos y organizarte para no mezclar conflictos. Estas modificaciones en tu estilo de vida pueden ayudarte a reducir los síntomas.
Desde la perspectiva natural se recomiendan varias "plantas" a las que se reconocen propiedades relajantes y ansiolíticas. Destaca especialmente la utilización de la lavanda por sus características y componentes químicos.
De la lavanda en fitoterapia se utilizan primordialmente las flores—aunque también los tallos— donde se concentran los componentes químicos activos farmacológicamente. Contiene más de 300 diferentes en función del suelo, clima y condiciones de cultivo. Destacan el linalol (alcohol, el acetato de linalilo (éster procedente del alcohol), cineol, lavandulol y geraniol y un bajo contenido en alcanfor.
Por destilación se obtiene el aceite esencial de aroma fresco, incoloro o amarillo pálido, con diversas aplicaciones, pues se le atribuyen numerosas propiedades farmacológicas relacionadas con sus principios activos. Se considera el más útil y versátil para usos terapéuticos: sedante, antiespasmódico, antiinflamatorio, hipotensor, antiséptico, analgésico y antibiótico.
Para preparar aceite de lavanda en casa introduce en un recipiente de cristal entre 50 y 150 gramos de flores de lavanda (frescas o secas). Cúbrelas completamente con aceite. Tapa el frasco con la rosca y deja que macere unos días. Cuela el aceite resultante y consérvalo en una botellita con tapón cuentagotas para facilitar su dosificación.
Te proponemos 5 ideas relajantes
1-Esparce una gota de aceite esencial de lavanda en tus dedos y masajea tus sienes lentamente y en sentido circular.
2-Agrega unas gotas de aceite de lavanda a tu almohada, pijama o ropa de cama antes de meterte en la cama.
3-Aplica aceite de lavanda en la planta de tus pies antes de acostarte y masajea en círculos.
4-Introduce 4-5 gotas de aceite de lavanda en un difusor durante 30-45 minutos.
5-Aplica 4-5 gotas de aceite de lavanda en un paño humedecido y pásalo por la frente, las sienes y el cuello. Después colócalo sobre tu nuca y déjalo ahí durante 5-15 minutos.
¿Quieres escuchar nuestros podcast ? Únete a nuestra comunidad y sumérgete en un mundo de inspiración y empoderamiento para la mujer moderna.
Las últimas tendencias en salud, maternidad, viajes, cultura y feminismo en nuestra revista.
Acceso a noticias y newsletters exclusivas
Descarga de materiales únicos, como webinars, podcasts o vídeos
¿Te lo vas a perder?
Acceder