Los alimentos en conserva son grandes aliados cuando no disponemos de mucho tiempo para cocinar o tenemos que organizar una comida en tiempo récord. Pueden sacarte de más de un apuro, y lo mejor de todo es que en el supermercado encontrarás una gran oferta y variedad de productos, tanto para preparar los típicos canapés o entrantes, como para ser los ingredientes principales de tus primeros o segundos platos, e incluso de los postres. Además, no tienes por qué utilizar un tipo sólo en tus elaboraciones puedes combinarlos tal y como harías con los frescos. En este artículo te vamos a dar una serie de sugerencias para que las pongas en práctica cuando consideres.

Comencemos por el atún o el bonito. Una vez que escurras el aceite, en el caso de que los compres sin ser al natural, te servirá como ingrediente principal de tus empanadillas, empanadas, croquetas, aperitivos o sándwiches. También lo podrás añadir a tus ensaladas mezclándolo con otros alimentos en conserva (aceitunas, espárragos, soja, zanahorias, fruta, entre otros). En el canal Simple Blending hemos visto esta receta de pastel de atún y pimientos asados, una solución práctica y sencilla, con la que dejar con la boca abierta a tus comensales o convivientes. Además, tanto se puede consumir en frío como en caliente.

Pastel de atún y pimientos

Ingredientes

• Cuatro huevos.
• 250 ml de leche evaporada.
• Atún o bonito al natural.
• Pimientos rojos asados.
• Sal al gusto.

Elaboración:

Primero, casca los huevos para un bol o procesador de alimentos para batirlos. Seguidamente, agrega el atún, los pimientos rojos asados en conserva, leche evaporada y sal al gusto. Tritura la mezcla. El horno tendrá que estar previamente calentado a 180 ºC o 185 ºC. En una bandeja de horno, coloca encima de ella el molde recubierto de papel para cocinarlo al baño maría y en su interior vierte el relleno batido. Después, echa agua en la bandeja, pero sin llegar a cubrir. El pastel deberá estar entre 40 y 45 minutos a hornear.

Con los garbanzos de bote también harás todo tipo de virguerías culinarias: ensaladas, salteados, croquetas, falafel, crujientes al horno, guisos, y todo lo que te puedas imaginar. Recuerda que una vez que los saques de su envase, tendrás que escurrirle el agua que traen y lavarlos bien. Desde Kat´s World recomiendan las milanesas de garbanzos veganas, una opción saludable, rápida y con la que darás el pego.

Milanesas de garbanzos veganas

Ingredientes

• 400 g de garbanzos secos*.
• ¾ de taza de agua.
• 300 g de harina leudante o harina con levadura.
• Cuatro cucharadas de aceite de oliva.
• Dos dientes de ajo.
• Pan rallado.
• Condimentos al gusto.
• Sal al gusto.

_{* deberán de estar a remojo durante doce horas}.

Elaboración:

Pon los garbanzos en un recipiente y tritúralos hasta que se forme un puré. Vierte por encima el aceite y el agua, vuelve a batir de nuevo. Añade los dientes de ajo y los condimentos que más te gusten, pimentón, levadura de cerveza, cúrcuma y pimienta, echa sal por encima y mézclalo todo bien. Agrega la harina poco a poco y vuelve a batir hasta que se integre. Ahora, pásala para un bol y deja que repose durante una hora. Haz bolas con las manos, aplástalas en el plato del pan rallado y rebózalas. Cuando termines todo el proceso, mételas en el horno.

Con las frutas en almíbar lograrás hacer un sinfín de postres o meriendas la mar de coloridos, que darán las ganas de saborear con sólo mirarlos. Ejemplo de ello son los pudines de frutas, las tartaletas de hojaldre, la clásica macedonia, o mousse. En BeO cocina te guiarán paso a paso para realizar una deliciosa tarta de melocotón en almíbar.

Tarta de melocotón en almíbar

Ingredientes

• 150 galletas.
• 75 g de mantequilla.
• Una cucharada de leche.
• 200 ml de nata líquida.
• 40 g de azúcar glas.
• Un bote de melocotones en almíbar.
• Hojas de gelatina.
• 300 g de queso crema.

Elaboración:

Elige el molde que vayas a llevar al horno y fórralo con papel. Introduce las galletas en una bolsa hermética, ciérralas y pásales por encima un rodillo de cocina para machacarlas. Esto será la base de tu dulce. Una vez listas, mételas en un bol, vierte por encima la mantequilla derretida y remueve con una cuchara. Echa la leche y vuelve a mezclar. Después, extiende la base en el molde y guárdalo en la nevera.

En otro recipiente, pon la nata líquida y bátela, agrega el azúcar, mezcla todo de nuevo. A continuación, trocea los melocotones, prepara un puré con tres cucharadas de almíbar y bate todo en la batidora de vaso. Reserva de este preparado, 320 g para el relleno y 160 g para la cobertura. Hidrata seis hojas de gelatina en agua.

Seguidamente, calienta tres cucharadas de puré de melocotón y tres de almíbar durante dos minutos. Posteriormente, pon el queso crema en un bol y bátelo, añade el relleno y mézclalo hasta que se integre. En el cazo que habías llevado al fuego, disuelve la gelatina hidratada, mézclalo todo e incorpora el queso, remueve, echa la nata montada y vuélcalo en el molde. Tendrás que congelarlo durante dos horas.

Para la cobertura, hidrata una hoja de gelatina, calienta el puré de la cobertura que habías reservado junto con diez cucharadas de almíbar y disuelve la gelatina en él. Échalo por encima de la tarta congelada.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Ella Olsson en Pexels.