Cuando tenemos 20 años basta con una crema hidratante para mantener la lozanía de nuestro rostro, pero cuanto antes pongamos en marcha una rutina experta y profesional más capaces seremos de conservar nuestra belleza natural el máximo tiempo posible. Combinar tratamientos específicos, utilizar un sérum, limpiarnos el rostro mañana y noche, y protegernos del sol, serán gestos imprescindibles en nuestro día a día.

Qué, cuándo y cómo
Cremas antiedad, tónicos limpiadores, agua micelar, tratamientos para el contorno de ojos… son muchos los productos que nos han dicho que debemos usar para cuidar nuestra piel, pero, ¿cuál es la mejor rutina de belleza para no cansarnos y conseguir los resultados deseados?

¿Sabías que no es la edad la que marca el estado de la piel si no los cuidados que hayamos tenido con ella? El estilo de vida también influye y, cómo no, el tipo de piel. A partir de los 40 años los signos del paso del tiempo en la piel se hacen más evidentes y, por ello, es necesario conseguir aplicar una rutina diaria en nuestros cuidados de belleza y evitar así signos característicos de esta edad como son la flacidez o la aparición de las primeras manchas.

Productos básicos para cuidar de la piel madura
A partir de los 40 hay un cambio en la textura de nuestra piel, por ello, hay trucos básicos de cuidados y una serie de principios activos que no debemos obviar. El tónico, por ejemplo, debe ser un básico para la limpieza diaria de nuestra piel. Otro producto imprescindible es la utilización de una crema protectora que nos ayude a tratar los daños que el sol pueda ocasionar en nuestra piel como son la aparición de manchas, o la deshidratación. Una crema antiedad de día y de noche y un buen contorno de ojos son también imprescindibles.

Limpieza mañana y noche
La limpieza de cutis es básica durante toda nuestra vida, pero se hace imprescindible a medida que vamos cumpliendo años. A partir de los 40, debemos realizarla mañana y noche y, según el tipo de piel que tengamos, es conveniente utilizar un exfoliante de forma periódica. Cuando la limpieza es la correcta, nuestra piel luce más luminosa y los principios activos de los productos que utilicemos tras la limpieza serán mucho más eficaces. En función del tipo de piel, podemos escoger entre productos con textura espuma, aceites o cremas más hidratantes.

Cremas con activos que no deben faltar
A partir de los 40 es importante que las cremas que utilicemos para el cuidado de nuestra piel sean tratamientos enriquecidos con activos adecuados. No basta solo con un tratamiento hidratante. Por ejemplo, en función del problema a tratar es conveniente usar productos con ácido glicólico o con combinaciones de AHA y vitamina C que ayuden a restaurar la barrera epidérmica. La noche es el momento en el que debemos utilizar activos más potentes, ya que es de madrugada cuando se produce una regeneración natural de las células de la dermis.

¿Mimas tu piel como se merece? ¿Le das los cuidados que necesita para conservar su juventud? Seguro que estos consejos te resultan muy prácticos.