Entre los beneficios psicológicos destacaría que:

1. Mejora la memoria

Varios estudios señalan que la siesta beneficia tu memoria pues favorece su consolidación. Demuestran que la siesta (incluso la más corta) contribuye a mejorar cualquier tarea que suponga recordar listas de palabras o de objetos, pues aumenta la concentración.

El sueño facilita el almacenamiento en la memoria a corto plazo y libera espacio para nuevos datos. Durante el sueño, los recuerdos recientes se transfieren a la memoria a largo plazo.

2. Facilita el aprendizaje

Complementando los efectos positivos en tu memoria, la siesta también aporta efectos positivos en la capacidad de aprendizaje. Al despertar, resulta más sencillo aprender. Ese descanso cerebral permite que puedas aprender más.

La siesta aumenta el rendimiento por la tarde y la capacidad de aprendizaje. El sueño permite asumir nuevos conocimientos y fijar los ya adquiridos. Permite "limpiar" la mente y volver a empezar tras el descanso.

El aprendizaje abstracto o capacidad de detectar el patrón general de una nueva información, también mejora con el descanso intermedio.

3. Mejora el estado de alerta

Tras madrugar y pasar toda la mañana atendiendo a los infinitos estímulos que nos rodean, nuestra capacidad de reacción se reduce. Tenemos menos reflejos, nos sentimos más cansados, se reduce el estado de alerta, y aumenta la probabilidad de cometer errores o sufrir un accidente.

Para algunas profesiones no tiene demasiada importancia, pero para otras sí. Por ejemplo, un conductor, una persona que trabaja con máquinas peligrosas o realiza una tarea que requiere mucha precisión, deben mantener un estado de alerta muy potente

La siesta mejora el estado de alerta, el rendimiento y disminuye los errores y accidentes laborales. El tiempo dedicado a la siesta influye en su eficacia ya que se ha comprobado que, si su duración es de 40 minutos, el estado de alerta mejora hasta en un 100%.

El estado de alerta se incrementa en el periodo inmediatamente posterior, y se puede extender hasta unas horas más tarde.

4. Beneficia la atención y el tiempo de reacción

La atención y el tiempo de reacción también parecen beneficiarse de la siesta. Reduce la fatiga y la probabilidad de tomar malas decisiones y de padecer accidentes laborales.

La siesta aumenta los reflejos y reduce los tiempos necesarios para reaccionar ante situaciones imprevistas.

5. Incrementa la productividad

Tras el descanso que proporciona la siesta a todos los niveles, te levantarás con una renovada energía, te sentirás más activo y aumentarás tu productividad.

6. Mejora tu estado de ánimo

El cansancio puede volverte más irritable. Dormir un poco tras la comida, te ayudará a que te despiertes de mejor humor.

Aumenta la positividad frente a quienes no la practican, que manifiestan más ira, miedo y negatividad.

Dormir incrementa los niveles de serotonina, el neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo. Percibimos sensaciones de bienestar, reducción del estrés y satisfacción tras disfrutar de la siesta.

7. Estimula la creatividad.

La siesta estimula la actividad del hemisferio derecho, que es la zona del cerebro asociada a esta capacidad.