El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que cierran la pared inferior de la cavidad abdominal. Su principal función es mantener en la posición adecuada los órganos del interior de la pelvis (vejiga, útero y recto), asegurar la continencia urinaria y fecal, ayudar en el parto o ...
El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que cierran la pared inferior de la cavidad abdominal. Su principal función es mantener en la posición adecuada los órganos del interior de la pelvis (vejiga, útero y recto), asegurar la continencia urinaria y fecal, ayudar en el parto o participar en la estabilidad lumbar.
El suelo pélvico puede debilitarse por diferentes causas. Destacarían: menopausia, actividades deportivas intensas, herencia genética y hábitos cotidianos (retener la orina, practicar canto, la obesidad, el estreñimiento y la tos crónica, entre otras).
La alteración del suelo pélvico puede provocar distintos problemas. Los más frecuentes son: descenso de órganos pélvicos (o prolapsos), dolor de espalda, incontinencia y disfunciones sexuales.
Para recuperar la funcionalidad se recomiendan:
1- Bolas chinas
Una o dos esferas de silicona médica en cuyo interior contienen una bola más pequeña. Se introducen en la vagina y se inicia el movimiento que provoca una vibración sobre la pared de la vagina que genera una contracción muscular. Así se tonifica el suelo pélvico.
2-Ejercicios de Kegel
Son ejercicios activos que combinan técnicas destinadas a la mejoría de la fuerza y contracción de los músculos del suelo pélvico. Se recomienda la ayuda de un profesional para su realización.
Para su práctica correcta debes estar sentada con las lumbares tocando el respaldo y los antebrazos apoyados en los muslos. También pueden realizarse de pie o tumbada con la espalda en el suelo. La vejiga debe estar vacía.
Se deben focalizar los músculos sobre los que vas a trabajar. El objetivo es relajar y contraer los músculos que controlan el flujo de orina. Una vez localizados, se deben contraer y aguantar esa contracción durante 5 segundos. A continuación, respirar suavemente y relajar durante 5 segundos. Se repite el proceso en tandas de 10 veces.
Se pueden practicar en cualquier momento sentada o acostada. Respira profundamente y relaja el cuerpo cuando estés haciéndolos.
Se recomienda realizarlos al menos 3 veces al día. Al cabo de 3 meses se empiezan a notar los resultados deseados. La mayoría de las mujeres mejoran su control de la orina tras un año de práctica.
3-Paraguas vaginales
Un pequeño dispositivo intravaginal fabricado en plástico de espuma moldeada eficaz para mujeres que padecen incontinencia de esfuerzo.
Se introduce fácilmente a modo de tampón con un aplicador y se adapta perfectamente a la anatomía y fisiología de la vagina.
Una vez colocado levanta ligeramente la vejiga y modifica el ángulo del cuello vesical dificultando el paso de la orina. Contribuye a amortiguar la presión abdominal generada durante el esfuerzo, previene la incontinencia urinaria de esfuerzo y el descenso de órganos pelvianos.
Permite correr, nadar o hacer ejercicio sin sufrir pérdidas de orina. Es invisible cómodo y discreto y se comercializa en tres tamaños distintos en función del impacto del ejercicio físico realizado.
4-La fisioterapia especializada desempeña una labor importante enfocada al tratamiento de estas disfunciones. Acude a un profesional y busca unidades de suelo pélvico en clínicas y hospitales.
¿Quieres escuchar nuestros podcast ? Únete a nuestra comunidad y sumérgete en un mundo de inspiración y empoderamiento para la mujer moderna.
Las últimas tendencias en salud, maternidad, viajes, cultura y feminismo en nuestra revista.
Acceso a noticias y newsletters exclusivas
Descarga de materiales únicos, como webinars, podcasts o vídeos
¿Te lo vas a perder?
Acceder