La meditación es una práctica muy beneficiosa y saludable en general. Tan solo el hecho de pararte por un momento, cerrar los ojos y ser consciente de tu respiración, resulta un ejercicio de conciencia profunda que te ayuda a parar y a lidiar con el estrés y a sobrellevar las épocas difíciles.

Está comprobado científicamente, que el mindfulness, un método más de meditación basado en la atención plena, tiene la capacidad de moldear el cerebro hasta el punto de ayudar a pacientes diagnosticadas con depresión. Sin embargo, existen algunos mitos en torno a esta práctica que hace que muchas personas se planteen comenzar a practicar, ya sea por escepticismo, el hecho de hacerlo o no bien y, sobre todo, por el reporte de beneficios, que es de lo que inicialmente se trata. ¿Cuáles son estos mitos que no son del todo ciertos?

1. Debes despejar tu mente de cualquier pensamiento

Si alguna vez decidiste empezar a meditar con la idea de no pensar en absolutamente nada, debes saber que esto es imposible. Mientras estés despierta, debes saber que nuestra mente está activa. Si bien es cierto que lo ideal es tratar de concentrarte en tu respiración e intentar no dejarte "arrastrar" por las preocupaciones, el hecho de no conseguirlo es algo completamente normal.

En la meditación, el objetivo no tiene por qué ser no pensar, sino más bien, observar y ser consciente de cuáles son esos pensamientos, sin una fuerte carga emocional.

2. Si lo haces bien, te sentirás en paz

Hay muchas formas en que la meditación puede llevarte a una mente y un estado más tranquilo. Pero esto no siempre es así. A veces, la vida de una persona es simplemente demasiado estresante en un momento dado como para que por el hecho de parar a meditar un rato te llegues a sentir muy tranquila con facilidad. En realidad, la meditación puede llevarte a una paz interior maravillosa, pero si no es así, no pasa nada.

3. La meditación conduce a la inacción

Existe la idea, particularmente con la meditación zen, de que meditar te anima a aceptar todo en el mundo tal como es, y que meditar a largo plazo te lleva a no tomar ninguna medida en la vida. Pero eso tampoco es cierto. La meditación te anima a tomar conciencia y presenciar la vida a través de una lente más objetiva, pero ninguna forma de meditación recomienda que dejes de preocuparte por cosas o causas importantes, elegir tus acciones de manera más inteligente, sin dejarte llevar por la impulsividad o las emociones precipitadas.

4. Te sentirás feliz cada vez que meditas

Sería perfecto e ideal que te sintieras feliz cada vez que meditas. Y este es un mito muy común, pero no es exactamente cierto. Desde luego, cualquiera que sea el estado mental al que te lleve una meditación en concreto o el mindfulness, está bien. No te desamines si no es lo que pensabas o no te hace sentir como creías, al final, poner expectativas en demasiado altas en algo puede llevarte a abandonar algo que tan solo se trata de una herramienta más para tu bienestar.