Relaja, rejuvenece, oxigena, libera toxinas… ¿Se puede pedir más para una técnica facial? El Yoga facial tonifica los músculos del rostro con un poco de constancia. Con su práctica notarás en poco tiempo cómo los tejidos del rostro se moldean y se tersan. ¿En qué consiste el yoga facial? El yoga ...
Relaja, rejuvenece, oxigena, libera toxinas… ¿Se puede pedir más para una técnica facial? El Yoga facial tonifica los músculos del rostro con un poco de constancia. Con su práctica notarás en poco tiempo cómo los tejidos del rostro se moldean y se tersan.
¿En qué consiste el yoga facial?
El yoga facial es una técnica que se basa en una serie de estiramientos y masajes que ayudan a tonificar los músculos del rostro para conseguir que se mantengan fuertes y elásticos. Estos ejercicios van acompañados de respiraciones profundas para conseguir también eliminar el estrés y la ansiedad.
¿Quién puede hacer yoga facial?
El yoga facial está recomendado para todas las edades y para todos los tipos de piel. Tanto hombres como mujeres pueden realizar estos ejercicios en tan solo unos minutos al día y notar rápidamente sus beneficios.
Los secretos del yoga facial
Según los expertos, el rostro tiene infinidad de puntos de energía que, al moverlos mejoran el crecimiento personal y físico. Es decir, con el yoga facial la belleza va de dentro a fuera. Si estás bien interiormente tu rostro lo reflejará. Esta técnica oxigena la piel tanto del rostro como del cuello y escote, estimulando el riego sanguíneo y generando así un bienestar extremo. Además, relaja las tensiones que se van acumulando a lo largo del día en el rostro.
Beneficios de practicar yoga facial
Los beneficios del yoga facial tanto para la salud interior como para el aspecto de nuestro rostro son innumerables:
Algunos ejercicios faciales para mejorar el aspecto del rostro
Frente: Coloca los dedos en la frente realizando un ligero movimiento hacia arriba de forma que los ojos se abran. A continuación, levanta las cejas sin evitando arrugar la zona.
Ojos: Mueve los ojos de derecha a izquierda y de izquierda a derecha de forma continuada. Haz los mismos movimientos de abajo a arriba y de arriba a abajo. Eso sí, siempre con la cara inmóvil.
Mejillas: Intenta meter los labios hacia dentro, coloca los dedos índice en las comisuras y presiona hacia fuera y hacia dentro.
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