Las personas con inteligencia social pueden sentir cómo se sienten otras personas, saber intuitivamente qué decir en situaciones sociales y parecer seguras de sí mismas, incluso en medio de una multitud. En un primer momento puedes pensar que estas personas tienen solo buenas habilidades sociales, pero lo que realmente poseen ...
Las personas con inteligencia social pueden sentir cómo se sienten otras personas, saber intuitivamente qué decir en situaciones sociales y parecer seguras de sí mismas, incluso en medio de una multitud. En un primer momento puedes pensar que estas personas tienen solo buenas habilidades sociales, pero lo que realmente poseen es inteligencia social.
La teoría de la inteligencia social fue llevada por primera vez a la vanguardia por el psicólogo estadounidense Edward Thorndike en 1920. Este lo definió como: "La capacidad de entender y manejar a hombres y mujeres, niños y niñas para actuar de forma sabia en las relaciones humanas". Nadie nace socialmente inteligente, sin embargo, se trata de una habilidad que, con el tiempo, se puede aprender.
Las personas que son socialmente inteligentes muestran rasgos básicos que les ayudan a comunicarse y a conectarse eficazmente con los demás. Y estos signos son:
Una persona que posee inteligencia social no escucha simplemente para responder, sino que realmente presta atención a lo que una persona le está diciendo. De esta forma, el receptor se marcha sintiendo que fue escuchada y que, de alguna forma, conectaron.
Hay personas que tienen la habilidad de poder mantener una conversación o discusión con prácticamente cualquier persona. Son discretas, apropiadas, le meten humor a la conversación, son sinceras en las interacciones, pero, sobre todo, recuerdan detalles sobre las personas que permiten que el diálogo sea más significativo.
Las personas socialmente inteligentes consideran la impresión que dan o han dejado en otras personas; esto es, que dejan de manera meticulosa, una impresión (normalmente positiva) en la otra persona sin dejar de ser auténticas.
Alguien con inteligencia social entiende que discutir o dando un punto de vista diferente haciendo que la otra persona se sienta mal no es el camino. No rechazan de plano las ideas de la otra persona, sino que las escuchan con una mente abierta, incluso cuando no es una idea con la que estén personalmente de acuerdo.
Debes observar bien con quién estás y con quién hablas. Las personas socialmente inteligentes son observadoras y prestan atención a las señales sutiles sociales de quienes las rodean. Si crees que alguien en tu vida tiene fuertes habilidades de personas, observa cómo interactúan con los demás.
Más que eso, busca las diferencias culturales para que puedas entenderlas. Aunque la mayoría de las personas aprenden habilidades de las personas de su familia, amigos y su entorno más cercano, una persona socialmente inteligente entiende que, otras personas pueden tener respuestas, opiniones y costumbres distintas basadas en su educación.
Desarrolla tu inteligencia social trabajando en sus habilidades de comunicación; todo esto requiere escucha activa. No interrumpas y tómate tu tiempo para pensar en lo que la otra persona está diciendo antes de responder. Escucha las inflexiones en lo que otros dicen, lo que puede darle pistas de lo que realmente significan.
Las personas socialmente inteligentes tienen relaciones profundas con personas que son significativas para ellos. Prestan atención a las emociones de su pareja e hijos, amigos, compañeros de trabajo y otros colegas. Si ignoras a las personas más cercanas en tu vida, te estás perdiendo las señales sobre cómo conectarte con ellos.
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