España lidera la vacunación en el mundo. Recientemente, la web Ourworldindata, impulsada por la Universidad de Oxfordes, lo ha posicionado como el país de entre los 50 más poblados con mayor porcentaje de población inmunizada con pauta completa frente al covid-19. Supera incluso a Reino Unido, hasta ahora a la ...
España lidera la vacunación en el mundo. Recientemente, la web Ourworldindata, impulsada por la Universidad de Oxfordes, lo ha posicionado como el país de entre los 50 más poblados con mayor porcentaje de población inmunizada con pauta completa frente al covid-19. Supera incluso a Reino Unido, hasta ahora a la cabeza en la carrera de la administración de segundas dosis. Más de 25 millones de habitantes en nuestro país han recibido ambas inyecciones, lo que supone casi el 55% de la población.
Hay un colectivo, sin embargo, al que decidir si vacunarse o no le causa más de un quebradero de cabeza: el gestante. A priori hay pocos estudios que arrojen luz sobre la conveniencia de administrar el suero a mujeres embarazadas, pero hay. Y todas las evidencias caminan por los mismos derroteros.
Las últimas actualizaciones no dejan lugar a dudas de que los beneficios de las vacunas superan con creces los riesgos, al igual que en cualquier otro grupo poblacional. Tanto los protocolos españoles, como la UE y la propia OMS aconsejan, por tanto, inmunizar a las gestantes cuando les corresponda como grupo de edad.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud pide prioridad para embarazadas en su actualización de la hoja de ruta para el establecimiento de prioridades en el uso de vacunas contra la COVID-19 en un contexto de suministros limitados. Es uno de los grupos considerados prioritarios, junto a las personas de la tercera edad, trabajadores sanitarios y adultos con enfermedades crónicas, pues, como recuerdan los expertos, tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave.
Además, contraer el coronavirus durante el periodo de gestación se asocia con resultados adversos que afectan al recién nacido; existe un mayor riesgo de parto prematuro y de que los recién nacidos requieran cuidados intensivos neonatales.
En este sentido, y con las evidencias disponibles, los expertos creen, tal y cómo funcionan las vacunas en el organismo, que es poco probable que representen algún nivel de riesgo para personas embarazadas. Ya los estudios en animales que recibieron los sueros de Moderna, Pfizer-BioNTech o J&J/Janssen antes o durante el embarazo no detectaron problemas de seguridad en los animales embarazados y sus crías.
Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la FDA, los laboratorios farmacéuticos y los reguladores europeos cuentan con sistemas de vigilancia de la seguridad implementados para obtener información sobre la monitorear de cerca la información sobre cómo afecta la vacunación a este colectivo. Los primeros datos son tranquilizadores, pues no detectaron ningún problema de seguridad para las embarazadas que se vacunaron o para sus bebés, aunque se necesite un seguimiento más prolongado en el tiempo.
Sí que hay certezas de que solo es recomendable usar durante el embarazo los fármacos de Moderna y Pfizer. El motivo es que son las dos vacunas ARNm, es decir, no contienen el virus vivo que causa el coronavirus y, por lo tanto, no pueden hacer que una persona contraiga el covid-19. Además, las vacunas ARNm no interactúan con el ADN de la persona ni provocan cambios genéticos. Por lo tanto, la ciencia ha hablado: si estás embarazada, vacúnate.
¿Quieres escuchar nuestros podcast ? Únete a nuestra comunidad y sumérgete en un mundo de inspiración y empoderamiento para la mujer moderna.
Las últimas tendencias en salud, maternidad, viajes, cultura y feminismo en nuestra revista.
Acceso a noticias y newsletters exclusivas
Descarga de materiales únicos, como webinars, podcasts o vídeos
¿Te lo vas a perder?
Acceder