Las consecuencias a largo plazo de los efectos del virus que ha generado esta larga pandemia covid incluyen problemas respiratorios, fatiga, pérdida de memoria inmediata, e incapacidad para concentrarse, entre otras. En muchos casos resultan incapacitantes al menos parcialmente y reducen la calidad de vida de quienes las sufren. Los expertos ...
Las consecuencias a largo plazo de los efectos del virus que ha generado esta larga pandemia covid incluyen problemas respiratorios, fatiga, pérdida de memoria inmediata, e incapacidad para concentrarse, entre otras. En muchos casos resultan incapacitantes al menos parcialmente y reducen la calidad de vida de quienes las sufren.
Los expertos señalan que, tras el padecimiento de la infección, los enfermos pueden, además, presentar daños neurológicos y trastornos psicológicos o psiquiátricos. Los más frecuentes son: pérdida de concentración, pérdida de la memoria reciente, depresión, ansiedad, duelo no resuelto, ataques de pánico, fobias y trastorno por estrés postraumático.
No se presentan las mismas alteraciones en todas las personas ni en todos los momentos. En función de su afectación y del padecimiento o no de la infección, se producen distintas situaciones que influyen en el bienestar personal. Así:
1-Personas que no han sido infectadas
Un elevado porcentaje de personas de todas las edades señalan que la pandemia les "ha cambiado la vida". Su situación vital se ha visto modificada y sienten miedo y ansiedad debido a la incertidumbre por el futuro.
Los datos que manejan los expertos indican que ha aumentado exponencialmente el consumo de fármacos para el tratamiento de ansiedad y depresión y se han multiplicado las consultas de psiquiatría y psicología. Son también numerosos los que han desarrollado un Trastorno Obsesivo Compulsivo asociado a la limpieza.
2-Personas durante la fase aguda de infección
Los que sufren la enfermedad en su casa se ven afectados por la ansiedad que les genera la infección, el temor a contagiar a sus familiares y el miedo a tener que ser ingresados por el empeoramiento de su estado de salud.
Entre los que están ingresados en los distintos hospitales del territorio nacional se presentan estados de confusión o delirio, estados alterados de conciencia por la reducción del oxígeno que llega al cerebro o por los efectos de la fiebre y otros problemas cognitivos de atención, memoria y concentración.
3-Personas que han sido ingresadas y han superado la infección
A pesar de la alegría que supone salir del hospital, los enfermos manifiestan problemas asociados al ingreso vivido entre los que destacarían: recuerdos traumáticos asociados a la enfermedad y la hospitalización, fatiga, irritabilidad, síntomas de ansiedad, alteraciones de la memoria, problemas de insomnio y un estado de ánimo depresivo.
4-Tras un año de padecimiento de la enfermedad
Entre quienes han superado la infección hace un año se suele presentar trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno depresivo y trastornos de ansiedad.
Además, el impacto en la salud física y mental causado por la infección genera un elevado tiempo medio de reincorporación laboral, especialmente alto en el caso de los pacientes hospitalizados.
La importancia de estas patologías implica la necesidad de tratamiento por especialistas. Solicita una cita con tu médico y acude a un psicólogo si precisas una terapia.
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