Recién estrenada la "vuelta a la rutina" tras dar por finiquitadas las vacaciones veraniegas toca hacer unas pequeñas mejoras en el hogar sin que esto suponga quedarse a dos velas. En esta nueva temporada, tanto si vas a seguir teletrabajando desde casa como si sólo buscas en él un espacio en el que refugiarte, conviene que hagas unas pequeñas modificaciones para crear una atmósfera relajante, en sintonía con la sostenibilidad y donde no exista la sobresaturación de estilos y colores. Predominan los productos artesanales, la incorporación del mimbre o el ratán en tus muebles o lámparas, así como el macramé, una técnica textil con la que se consigue a través de la combinación de nudos piezas de decoración o complementos, como puede ser el cabecero de la cama, fundas de cojín, y todo tipo de complementos. Trasladar el jardín al hogar será otra de las tendencias, ya sea con un huerto urbano o con diferentes variedades de plantas (enredaderas, colgantes, u otras más comedidas, como el cactus, la orquídea o las suculentas). Si las plantas no son lo tuyo, siempre puedes echar mano de las flores preservadas, así como las elaboradas en barro u de otro tipo.

El salón junto con la cocina es uno de los espacios en el que más invertimos nuestro tiempo. Ha pasado de ser un mero lugar de tránsito para convertirse en una zona multifuncional para el entretenimiento, el descanso, practicar deporte, realizar actividades manualidades y para sacar adelante la jornada laboral. De hecho, se está apostando mucho por introducir puertas correderas entre la cocina y el salón haciendo que estos ambientes se separen o formen un todo en uno, según necesidad. Las puertas de madera y las de estética industrial acristaladas se abren paso aportando una sensación de amplitud y luminosidad.

Los cestos pueden ser una buena idea para incorporar a tu salón para introducir en ellos los maceteros, utilizarlos como revistero o guardar pequeñas mantas, contribuyendo al almacenaje y al orden en la vivienda. En Manualidades On te explican cómo construir un cesto con cuerda de yute empleando unos palitos, una caja de madera y silicona caliente. Bordea la caja con los palitos y pégalos con silicona caliente. Una vez que tengas la estructura lista es el momento de coger el carrete de cuerda e ir envolviendo la caja fijándola con la silicona. Cuando llegues al borde del contendor, envuelve la cuerda alrededor de los palos. Puedes decorarla con unos pompones de colores o unas cintas.

Otro de los imprescindibles son los espejos circulares de estilo natural que darán un toque a la estancia y contribuirán a esa profundidad. Tienes dos opciones: o renovar los que ya tienes o hacer uno desde cero. En el canal En Casa Con Patty a partir de un espejo circular, palitos para manualidades, rafia, silicona caliente y dos círculos de cartón más grande que la medida del espejo, crean un modelo acorde con la moda. Según indican en el vídeo es mejor sumergir los palitos en agua caliente para que sean más flexibles. Pega los palos cortados previamente al cartón con la silicona. Procura que los palos que hayas dejado a remojo estén calientes cuando los manipules. Ponlos en un vaso o taza para que vayas cogiendo la forma. Dale forma de hoja, fíjala e introduce otro palo en el medio. Necesitarás un total de doce hojas. Fórrala con rafia, yute o cintas de papel. Repite la operación con el resto. Pégalas alrededor del círculo anterior. Tras este paso, pega por encima del cartón el otro que tenías recortado y en la parte de delante, fija el cristal. Como elemento decorativo haz dos trenzas para que tapen el borde del espejo y el cartón. Por detrás del espejo coloca un colgador para la pared y listo.

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