Los integrantes de La Pájara son Toni, Alexia, Joaquín, Christian y Martinho. Todos ellos se dedican a repartir comida a domicilio, haciéndoles la competencia a las grandes plataformas de reparto de comida.

Esta cooperativa surgió en 2018 y desde entonces ha funcionado, dando lugar a un proyecto sostenible con el que han desarrollado oportunidades de trabajo con condiciones salariales más dignas que en el caso de Glovo o Deliveroo.

¿Cómo funcionan?

Con sus bicicletas recorren diferentes barrios de Madrid como Malasaña, La Latina, Lavapiés, el Centro, Arganzuela, Salamanca, Usera y Carabanchel. Lo cierto es que su radio de acción cubre hasta tres kilómetros dotados de muchos restaurantes de diferente índole.

Trabajan todos los días de 13:30 a 16:00 horas y de 20:00 a 23:00 horas, aunque los viernes y sábados son un poco más flexibles sin excederse demasiado. Eso sí, lo que no hacen es repartir de madrugada, tal y como sí hacen otras páginas web.

No hace mucho que entró en vigor la Ley de repartidores, la famosa "ley rider", que regula la relación existente entre los repartidores y este tipo de empresas. A partir de su entrada, las plataformas deben emplear a sus trabajadores, cuando antes debían operar como falsos autónomos. Sin embargo, esta ley parece no ser suficiente, pues en algunos casos, gran parte de estos repartidores son derivados a subcontratas.

La Pájara es otra cosa totalmente diferente. Todos ellos trabajan en equipo para que todo salga bien. Es decir, mientras uno reparte, otro se encarga de gestionar y monitorizar los pedidos. Unos y otros se comunican para saber cómo van las entregas y cuándo, por ejemplo, se quedará un repartidor libre para seguir con la faena.

Esta cooperativa se hace cargo de unos cien pedidos a la semana con muy poco personal, mientras que otras plataformas cuentan con muchas personas disponibles que se encuentran en la calle sin apenas ganar dinero.

Además, prestan mucha atención a los restaurantes con los que trabajan hasta el punto de haber rechazado cadenas que no compartían sus valores. Su red está compuesta básicamente de locales con platos cuidados que apuestan por el consumo responsable y por el comercio de proximidad.

Ahora bien, el reparto de comida no es el único cometido de esta cooperativa. Este trabajo supone la mitad del negocio, pues también funciona a nivel logística a cero emisiones. La idea es ofrecer un servicio de calidad asociado al trato humano, la colaboración y la cercanía.

Actualmente son 5 los ciclomensajeros que participan en este proyecto. Todos ellos vienen de formaciones diferentes, aunque comparten su pasión por la bicicleta y su meta es la misma: contar con una plataforma digital de reparto de comida sólida y sostenible sin condiciones precarias para sus trabajadores.

*Foto: La Pájara