Este enfoque con perspectiva de género es por tanto necesario a la hora de abordar una consulta nutricional. "No podemos tratar por igual a una mujer, con sus propios niveles hormonales, que a un hombre", explica. Y es que las mujeres tienen necesidades nutricionales y dietéticas diferentes a los hombres por varios motivos. Algunos de ellos pueden ser obvios, como el embarazo o la lactancia, dos momentos donde las necesidades energéticas y nutricionales requieren una atención especial: en el primero se deberán ajustar las calorías para que la mujer no pierda peso y, en el segundo, para se produzcan cantidades suficientes de leche. Pero, también hay otros no tan conocidos: por ejemplo, hay mujeres que practican ejercicio físico y que, debido a una deficiencia energética, pueden perder la menstruación. "Es importante atender las necesidades nutricionales en función del perfil, las características y las circunstancias de cada persona. Cada día las mujeres estamos más empoderadas de nuestra salud y creo que vamos conociendo más la importancia de mantener una buena alimentación en cada una de las diferentes etapas de la vida", apunta la experta.

Alimentación y ciclo menstrual: aspectos a tener en cuenta

Muchas veces se achaca al periodo menstrual ciertos patrones: irritabilidad, hambre, tristeza, sueño... Pero ¿qué hay de cierto en todo esto? Xusa Sanz explica que, durante el ciclo, "pueden aparecer cambios en el apetito como consecuencia del impacto de los niveles hormonales en el metabolismo de los glúcidos o en los mecanismos de hambre y saciedad. En momentos donde los estrógenos están más elevados, como en el período periovulatorio, el hambre estará más regulada. Sin embargo, cuando estos descienden, entre la ovulación y la menstruación, solemos tener más hambre y hasta presencia de antojos".

La experta pide considerar e integrar el ciclo menstrual como un signo vital ya que su ausencia nos puede estar indicando problemas serios, como un trastorno de la conducta alimentaria. "Es muy importante que los profesionales de la Nutrición sepan que una mujer que acude a consulta sin ciclo menstrual puede tener un problema con la alimentación. La forma de alimentarnos puede modificar los niveles hormonales que, a su vez, van a regular el ciclo menstrual", apunta.

La ecuación metabólica: hormonas y pérdida de peso

"Es muy común oír la expresión ´no consigo adelgazar por culpa de las hormonas´, pero esto es una verdad a medias. Hay mujeres con alteraciones hormonales, como el Síndrome de Ovarios Poliquísticos, que pueden tener una mayor dificultad para perder peso. En este caso los niveles de andrógenos elevados predisponen a acumular grasa", explica. En mujeres con Síndrome Premenstrual importante también puede existir una alteración hormonal que predispone a la retención de líquidos. "Cuando una persona quiere perder peso y no lo consigue, la culpa no suele ser exclusivamente de las hormonas, aunque pueden tener un papel en la tremenda ecuación metabólica", concluye.