Aprender a marinar es todo un arte. Esta técnica practicada desde la Antigüedad permite potenciar el sabor de los alimentos y hacerlos mucho más atractivos. Lo ideal es hacer nuestra propia mezcla en casa para conseguir que sea lo más natural posible. Esta técnica permite potenciar el sabor de todo ...
Aprender a marinar es todo un arte. Esta técnica practicada desde la Antigüedad permite potenciar el sabor de los alimentos y hacerlos mucho más atractivos. Lo ideal es hacer nuestra propia mezcla en casa para conseguir que sea lo más natural posible. Esta técnica permite potenciar el sabor de todo tipo de alimentos: carnes, pescados, verduras, marisco, ¡incluso fruta! No hace falta ser un experto cocinero, solo seguir los pasos correctamente y le daremos a nuestros alimentos un sabor exquisito.
Descrito de manera simple, marinar es introducir un alimento en líquido para reforzar su sabor y conseguir que sea más tierno. Para marinar correctamente, necesitamos un plato de cerámica o vidrio, un aceite, un ácido y hierbas aromáticas. Podemos hacer marinadas que necesiten desde 5 minutos, hasta 48 horas, esto irá en función del alimento y del que sabor que queramos que se impregne.
Para facilitar el proceso del marinado se suele utilizar un aceite, generalmente de oliva, pero también podemos utilizar el de sésamo, el de coco o el de aguacate. Esta es la base del marinado. A continuación, debemos añadir un ingrediente ácido como puede ser el vinagre, el zumo de algún cítrico o yogur. Además, este ácido ayuda a evitar la proliferación de bacterias y ayuda a que los sabores se impregnen mucho más y a que la carne o el pescado que vayamos a marinar esté mucho más tierno. Ahora, solo quedará añadir los ingredientes que den el sabor característico a cada marinado. Los condimentos tienen un papel muy importante, ya que son los que aportan el sabor diferenciador.
Los ingredientes que podemos usar para marinar dependerán del resultado final que deseemos. Por ejemplo, si queremos un sabor intenso y salado debemos usar sal (soja, miso, sal marina…) Debemos vigilar porque la sal hacer que la carne, por ejemplo suelte mucha más agua a la hora de cocinarla. Si deseamos un toque dulce podemos añadir a nuestro marinado, miel, sirope de agave, sirope de arce, panela… También podemos añadir a nuestro marinado de hierbas y especial como pueden ser orégano, tomillo, albahaca, ralladura de limón, ajo, cebolla, jengibre... Estos potenciadores del sabor serán la guinda para conseguir un marinado perfecto y muy sabroso.
En función del tipo de alimento el tiempo de marinado será mayor o menor. Cuanto más dura sea la proteína que queramos marinar menos efectivo será el marinado y más tiempo necesitará. Por ejemplo, la fruta, el pescado o el marisco necesitan entre 20 minutos y 2 horas de tiempo para conseguir impregnarse de los sabores del marinado. En cambio la carne como la pechuga o los muslos de pollo, el solomillo o el cero deberían dejarse marinar durante toda la noche.
Marinado indio: yogur, jengibre, curry, cilantro, menta, ajo, cúrcuma y comino.
Marinado mediterráneo: aceite de oliva, vinagre balsámico, ajo, albahaca, estragón, orégano, zumo de limón, tomillo y romero.
Marinado asiático: leche de coco, aceite de sésamo, vinagre de arroz, salsa de soja, zumo de lima, jengibre, azúcar de coco, ajo, cilantro y limoncillo.
Marinado mexicano: aceite de oliva virgen extra, zumo de lima, chiles, comino y orégano.
Macerado para frutas: zumo de naranja, miel, menta, ralladura de limón.
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