Un sofá, sin duda es uno de los elementos estrella de nuestro salón y tiene una misión muy complicada, adaptarse a todos los miembros de la familia y a diferentes situaciones como son ver la tele, leer, charlar… Hoy vamos a intentar ayudar a la hora de escoger un buen ...
Un sofá, sin duda es uno de los elementos estrella de nuestro salón y tiene una misión muy complicada, adaptarse a todos los miembros de la familia y a diferentes situaciones como son ver la tele, leer, charlar… Hoy vamos a intentar ayudar a la hora de escoger un buen sofá para que triunfes con su compra.
Cuando vayas a comprar un sofá tienes que tener en cuenta 3 datos básicos: las medias del salón, su distribución y cuántas personas van a utilizarlo diariamente. Una vez que vayas a la tienda tómate tu tiempo a la hora de probar y escoger. Es importante que pruebes y pruebes sin tener prisa. Ten en cuenta que, para que un sofá sea lo suficientemente cómodo no tiene que ser ni muy duro ni muy blando, por eso los rellenos tienen que ser de gran calidad. Hoy en día podemos encontrar sofás con espumas de gran resistencia que se deforman poco.
La idea es que el sofá que escojas dure bastantes años. Por ello, es fundamental que escojas uno con la calidad debida. Para ello, debes optar por uno que tenga una estructura de madera maciza o metálico. Además, debe tener un sistema de cintas o muelles en zig-zag que aguante los cojines para que no se vayan descolgando con el paso del tiempo. Las patas tienen que formar parte de la misma estructura del sofá porque las que son externas pueden ir aflojándose con el paso del tiempo. También es importante que sea transpirable. Piensa que, cuanto más transpirable más confortable será.
Los mejores materiales para el relleno de un sofá son: para los asientos, la pluma de pato por su comodidad, también son cómodos los rellenos de viscoelásticas, los muelles o la espuma de poliuretano HR que es muy resistente y se deforma poco. El respaldo tiene que ser de pluma, de fibra vacía siliconada o de espuma HR. Piensa que los sofás se van a adaptando a nuestro cuerpo, por ello, para alargar su vida, lo ideal es ir pudiendo cambiar los rellenos cada 5 o 6 años.
Cuando te sientes los muslos deben quedar algo más bajos que las rodillas para que así, cuando quieras levantarte, no te cueste.
Los riñones, cuando te sientas, deben quedar bien apoyados en el respaldo, evitando que el cuerpo resbale.
Cuando estés sentado los pies deben tocar el suelo.
Los brazos deben apoyarse cómodamente en el reposabrazos. Por tanto, debe quedar a la altura del codo no más bajo ni más alto.
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