La ansiedad se considera una reacción normal de los individuos frente a situaciones de estrés e incertidumbre. El TAG se describe como un trastorno crónico que cursa con una ansiedad excesiva y duradera, acompañada por preocupaciones acerca de situaciones, objetos o eventos inespecíficos. Es el más frecuente de los trastornos de ansiedad y sus síntomas son más molestos e incapacitantes, pues se presentan en numerosas y diferentes situaciones.

Quienes sufren TAG esperan que todo vaya mal y no pueden dejar de preocuparse ni un minuto por su salud, su familia, su trabajo o lo que sea. Sienten una preocupación y ansiedad exagerada y excesiva en relación a cualquier evento sin que exista un motivo real aparente para esta gigantesca preocupación.

Esta preocupación irracional y desproporcionada transforma la vida de los afectados en una preocupación constante dominada por la ansiedad. Esta situación afecta negativamente a su funcionamiento personal normal en las distintas áreas de la vida (trabajo, relaciones interpersonales y actividades sociales, por ejemplo). También afecta a la capacidad para imaginar vívidamente posibles situaciones futuras, haciendo que la atención se centre en las sensaciones negativas.

Cuando los síntomas ansiosos provocan angustia o deterioro funcional en la vida de quien lo sufre, se diagnostica un trastorno de ansiedad. Es importante diferenciar el TAG de otros trastornos de ansiedad como trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno de pánico y otros en los que la preocupación y la ansiedad se centran en eventos concretos.

Todos los trastornos de ansiedad dificultan el funcionamiento en distintas áreas de la vida de quienes lo sufren, pero es fundamental saber a qué se enfrenta el afectado para poder ofrecer el tratamiento más adecuado y personalizado. El diagnóstico deben hacerlo los especialistas (psicólogos o psiquiatras), que descartarán el TAG si existe otra categoría diagnóstica que explique mejor lo que le sucede.

En el trastorno de ansiedad generalizada se debe presentar una preocupación y ansiedad excesivas e irracionales, persistentes (al menos la mitad de los días durante al menos 6 meses) y difíciles de controlar, asociada a acontecimientos o actividades habituales. No puede ser debido a los efectos fisiológicos directos de sustancias o enfermedad, ni ocurrir exclusivamente durante un trastorno afectivo, un trastorno por estrés postraumático, un trastorno psicótico o un trastorno generalizado del desarrollo.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V, define los criterios diagnósticos para el trastorno de ansiedad generalizada TAG. "La ansiedad y preocupación se asocian a tres o más de los seis síntomas siguientes (en el caso de los niños, solo se requiere uno de los ítems):

Inquietud o sentirse agitado.

Fatigarse fácilmente.

Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco.

Irritabilidad.

Tensión muscular.

Trastornos del sueño (dificultad para conciliar o mantener, dormir poco o inquieto).

Además, la ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas sociales, ocupacionales, u otras importantes del funcionamiento".