La vitrificación social permite posponer la maternidad

Ángela Zorrilla

Las mujeres que congelan sus óvulos para preservar su fertilidad se sienten tranquilas y aliviadas tras realizar el proceso. Así se desprende de una investigación presentada por Eugin, centros de reproducción asistida y fertilidad, en el 33º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad, en la que se ha analizado la situación personal de las mujeres que vitrifican sus ovocitos por razones sociales.

18/05/2022

La vitrificación social, es decir, la que no está asociada a razones médicas, permite posponer la maternidad y reducir la presión del reloj biológico hasta que las mujeres estén preparadas para ser madres. "Lo que nos transmiten es que sienten que están haciendo todo lo posible para tener un hijo ...

La vitrificación social, es decir, la que no está asociada a razones médicas, permite posponer la maternidad y reducir la presión del reloj biológico hasta que las mujeres estén preparadas para ser madres. "Lo que nos transmiten es que sienten que están haciendo todo lo posible para tener un hijo con su propia genética en el futuro", señala María Jesús López, ginecóloga de Eugin especialista en reproducción asistida y autora principal del estudio.

La edad media para tener un hijo en España supera actualmente los 32 años, siete más que en 1980, cuando se situaba en 25. Asimismo, más de la mitad de las mujeres de entre 30 y 34 años y casi una de cada tres de entre 35 y 39 aún no han tenido hijos, aunque muchas se plantean tenerlos en el futuro. En este sentido, el número de nacimientos de madres de 40 años o más ha crecido exponencialmente en los últimos 10 años. En términos relativos, mientras que en 2008 el 4,2% de los nacimientos fueron de madres de 40 años o más, en 2019 ese porcentaje llegó hasta el 9,7%.

La realidad científica es que la especie humana tiene un bajo índice reproductivo y que, a partir de los 35 años, la fertilidad de la mujer disminuye notablemente. La probabilidad de embarazo al mes es de alrededor del 10% y se reduce progresivamente hasta un 5% hacia los 40 años. Esto supone que muchas mujeres estén recurriendo a tratamientos de reproducción asistida que implican la ovodonación (fecundación in vitro en la que se emplean óvulos de una donante) y, cada vez más, la congelación de sus propios óvulos a edades tempranas para usarlos en el momento en que decidan ser madres.

Situación e intenciones de uso de los óvulos vitrificados

La investigación llevada a cabo por Eugin analiza también la situación actual de las mujeres que vitrificaron sus ovocitos en algún momento y que no habían recurrido a ellos todavía. El objetivo era entender su situación personal, además de sus intenciones con respecto al uso de sus óvulos. Para ello, se hizo una encuesta anónima a 92 mujeres a las que se les preguntó sobre situación de pareja, intentos de embarazo, intenciones de usar ovocitos y maternidad en solitario.

La media de edad en la que estas mujeres recurrieron a la vitrificación fue de 36 años, y el motivo principal la falta de pareja. En el momento del estudio, el 60,9% de las mujeres tenía una relación estable y, de ellas, el 90,6% se planteaba formar una familia. De entre las que no habían tenido pareja estable, el 57,6% había considerado la maternidad en solitario.

En cuanto a los embarazos, casi la mitad (42,3%) lo había intentado y, de ellas, cerca del 30% lo había conseguido sin recurrir a los ovocitos vitrificados. Además, entre las que ya tenían un hijo, el 60% valoraba la posibilidad de tener un segundo.

El estudio concluye que, cinco años después de realizar el tratamiento de vitrificación, con una media de edad de 41 años, la mayoría (cerca de un 90%) no había cumplido su deseo de ser madre, pero valoraba la posibilidad de utilizar sus ovocitos congelados para ello.

En qué consiste la vitrificación de óvulos

La congelación de óvulos o vitrificación ovocitaria se utiliza para la preservación de la fertilidad de la mujer. Con esta técnica se pueden guardar los óvulos maduros de una mujer para emplear en el futuro con la misma probabilidad de embarazo que había en el momento en que se hizo ese tratamiento. Por ejemplo, una mujer podría vitrificar sus óvulos con 29 años y utilizarlos con 40, conservando la probabilidad de embarazo del momento de la vitrificación.

Este procedimiento se aconseja a mujeres de hasta 40 años que en el futuro quieren ser madres. Según la edad que tenga la mujer en el momento de la congelación de ovocitos, la tasa de éxito del tratamiento de congelación de óvulos varía. Por esta razón, cuanto más joven se preserva la fertilidad, mejores tasas de éxito se registran.

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