Es posible aumentar el consumo de frutas y verduras en los niños siguiendo unos sencillos consejos que mejoran su educación alimentaria. Destacarían: 1-Añadir frutas y verduras cortadas o en puré a cualquier plato de pescado o carne. Puedes cambiar las patatas fritas por piña natural, maíz asado, salsa de pimientos o ...
Es posible aumentar el consumo de frutas y verduras en los niños siguiendo unos sencillos consejos que mejoran su educación alimentaria. Destacarían:
1-Añadir frutas y verduras cortadas o en puré a cualquier plato de pescado o carne. Puedes cambiar las patatas fritas por piña natural, maíz asado, salsa de pimientos o puré de manzana, por ejemplo. A la pasta y al arroz, le van muy bien las verduras (champiñones, zanahoria, guisantes y setas, por ejemplo). También puedes utilizar las verduras ralladas o picadas muy finas para mezclarlas con la carne picada o los pescados que emplees para preparar empanadillas, por ejemplo. Emplear verduras congeladas o en conserva cuando no sea posible conseguirlas frescas, es una buena opción para que siempre puedan comer verduras variadas.
2-Cortar frutas y verduras de forma atractiva y diferente para que resulten más apetecibles. Puedes preparar sándwiches vegetales con lechuga, tomate, zanahoria rallada, queso, jamón o atún, por ejemplo y cortarlos en forma de triángulo, estrella o círculo.
3-Elaborar postres dulces con frutas (yogur o helado con fresas y kiwi, tartas rellenas de frutas o pastel de manzana, por ejemplo) y/o con verduras (tarta de zanahoria, entre otras) que resultan muy apetecibles al presentar "formato pastel".
4-Empezar el día comiendo frutas. Un vaso de zumo de fruta, arándanos al natural o unas rodajas de plátano, por ejemplo, aportan fibra, vitaminas y minerales. Además, no contienen ni gota de grasa.
5-Presentar los platos de forma divertida. Combinar los alimentos de colores variados y cortados de manera original para que resulten más atractivos y divertidos.
6-Servir de ejemplo. Los niños pequeños pueden ser bastante pesados con las comidas. Es frecuente que tengan amores y odios muy marcados con ciertos alimentos, como las verduras y las legumbres, por ejemplo. Cuando los alimentos que se incluyen en los menús familiares son variados, el niño tiene más posibilidades de probar y aceptar variaciones. Cuando los hábitos alimentarios familiares son restrictivos o incluyen poca variedad de alimentos, el niño no va a entender que debe comer de todo. El ejemplo sobre las costumbres en la alimentación que el niño viva en su casa, determinará su conducta alimentaria posteriormente.
7-Trasportar frutas y verduras a cualquier lugar al que nos desplacemos. El fácil acceso a ellas favorece su consumo. En la mochila que lleva al colegio, siempre cabe un plátano y si vais a dar un paseo o a jugar al parque, también es posible llevar una manzana, una naranja, un puñado de uvas lavadas, una pera, un plátano o unos palitos de zanahoria, por ejemplo. Tampoco descartes llevar una bolsa de frutos secos (como nueces o pistachos, por ejemplo) o de frutas desecadas (como orejones o pasas, por ejemplo).
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