Si visualizamos el panetone y el roscón veremos que comparten similitudes y a su vez presentan diferencias. El primero procede de Italia, los encontrarás en distintos tamaños, pero su forma es siempre la misma: es cilíndrico y cuenta con una cúpula en su parte superior. Destaca por su jugosidad y ...
Si visualizamos el panetone y el roscón veremos que comparten similitudes y a su vez presentan diferencias. El primero procede de Italia, los encontrarás en distintos tamaños, pero su forma es siempre la misma: es cilíndrico y cuenta con una cúpula en su parte superior. Destaca por su jugosidad y es que cuando procedemos a abrirlo veremos como se compone de una miga esponjosa llena de huequecitos que nos recuerda a la del pan. Su masa se compara con la de un brioche. Se puede rellenar de frutas confitadas, pasas, nueces, chocolate, pistachos, o lo que se nos ocurra porque cada vez surgen más variedades. Una de las leyendas a las que se recurre para explicar su origen se desenvuelve en Milán, concretamente en la corte de Ludovico il Moro, en la que se estaba preparando un distinguido banquete con motivo de la Nochebuena. Pero cuando se disponía a sacar el postre del horno, este estaba quemado. Sin embargo, uno de los ayudantes del chef consiguió encauzar la situación preparando un pan dulce al que añadió fruta confitada y mantequilla. El éxito de su idea fue tal que fue bautizado como "pane de Toni", en honor a su creador (Antonio). Con el tiempo pasaría a llamarse tal y como lo conocemos hoy: panetone.
Por su parte, aunque el roscón de Reyes es también circular, en su centro presenta un agujero y, a diferencia del postre anterior, este no crece tanto en altura y la versión clásica no se rellena. La masa se decora por fuera con fruta escarchada, azúcar y almendras laminadas. Hoy en día es frecuente ver como los hay rellenos de moka, nata o crema pastelera. Para ello, una vez que enfría la masa, esta se abre a la mitad para introducir la cobertura que irá en el medio. Como manda la tradición, este dulce típico esconde a lo largo de su parte interna una haba y una figura. Quien sea el afortunado en llevarse la figura no pagará el producto, aunque aquel al que le toque lo primero no se librará de hacer el pago.
El secreto para la elaboración de ambos postres es la paciencia, ya que su ejecución se divide en varios pasos. En cuanto a ingredientes verás que algunos se repiten, pero otros son muy diferentes. El tiempo de fermentación es otra de las claves y no se debe tomar a la ligera si se quiere obtener un resultado adecuado. Para que puedas experimentar y decidir cuál te gusta más, hemos elegido dos recetas, una de panetone tradicional, de la mano del canal Cocina Fácil. Recetas Fáciles Económicas, y otra de roscón de Reyes, en la que podrás comprobar la importancia de la fermentación de la masa en varias fases para conseguir que esta crezca lo suficiente, en el videotutorial de Cocinas Para Todos.
(para la masa)
En un pequeño recipiente deposita la levadura, el azúcar y el agua, remueve con una cuchara y deja que repose hasta que se forme una espuma. A continuación, coge un bol e introduce las almendras, las avellanas, las cerezas, las pasas, las frutas cristalizadas y la harina fuerza. Mezcla todo bien y pasa tus ingredientes para un colador para retirar el exceso de harina. Reserva y ponte con la masa. Para ello añade en un cuenco la mantequilla y bátela con unas varillas eléctricas. Agrega también el azúcar, así como la mezcla que tenías reservada anteriormente, tres huevos, ron, agua de azahar y vuelve a batir de nuevo.
A continuación, mezcla en otro recipiente la harina con el polvo para hornear y una vez integrado pásalo para el cuenco donde tenías la masa. Hazlo poco a poco e introduce en él las frutas reservadas. Por último, pasa la masa para el molde y hornea durante una hora a 200ºC. Cuando esté listo decóralo por encima con azúcar glas.
(para el relleno)
Disuelve en un vaso con leche la levadura con ayuda de un utensilio. Pon la harina en un bol, haz un hueco en el centro y agrega en él el azúcar, los huevos, la mantequilla, la mezcla que tenías reservada, la ralladura de la piel de la naranja y de un limón, unas gotitas de agua de azahar, y la sal. Mezcla todo bien. Prosigue con las manos y ponla encima de la encimera para trabajarla. Tras 10 minutos de amasado, dale una forma de bola y guárdala en un recipiente previamente engrasado. Tápala y déjala en un lugar cálido hasta que duplique su volumen. Cuando esto ocurra, amásala de nuevo para quitarle el gas y haz un hueco en el centro hasta lograr la forma deseada. Extiende el papel de horno sobre la bandeja, coloca el roscón encima y cúbrelo con papel film. Déjalo nuevamente hasta que crezca un poco más. Luego, bate un huevo, échale sal y mezcla. Pinta la masa con el huevo para terminar decorándolo con frutas escarchadas y azúcar perlado. Tendrá que hacerse al horno a 165ºC con calor arriba y abajo durante 35 minutos. Cuando esté dorado, sácalo, deja que se enfríe y aprovecha para preparar el relleno.
En un recipiente vierte la nata fría, bate con una batidora de varillas eléctricas, incorpora el azúcar glas y el de tipo avainillado. Vuelve a batir hasta que la nata se monte. Pásala para una manga pastelera. Corta el roscón a la mitad y rellénalo.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de blackieshoot en Unsplash.
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