La palabra inglesa soft skills, que ya forma parte de nuestro vocabulario, hace referencia a una serie de competencias sociales que facilitan a las personas la relación con los demás. Sobre todo, porque están muy ligadas a la personalidad, la inteligencia emocional, el pensamiento crítico o el liderazgo. De ahi que aspectos como la asertividad, la sociabilidad o la escucha activa sean algunas de las principales habilidades blandas y que están empezando a ser muy valoradas por las empresas. Fundamentalmente, en los equipos empresariales no solo se necesitan empleados con un extenso bagaje formativo o una amplia experiencia laboral. Por ello, las cualidades personales están cogiendo forma dentro ámbito empresarial y comienzan a desearse casi más que cualquier otra aptitud.

Pero como no nacemos con ellas, estas habilidades blandas pueden aprenderse y podemos adquirirlas gracias al conocimiento y la experiencia que nos proporciona nuestra vida en sociedad, o bien entrenarnos para lograrlas. Ya que este tipo de habilidades no dependen de nuestros conocimientos, sino de nuestra actitud, mentalidad y experiencia vital.

Por eso, cada vez una mayor número de empresas están dando mayor importancia en las entrevistas de trabajo a las habilidades blandas que a las habilidades duras, es decir, nuestro currículo y la formación y experiencia laboral que poseamos. Sobre todo, porque este tipo de habilidades y cualidades interpersonales juega un papel fundamental para que los empleados sean eficaces y eficientes en su trabajo. Así lo corroboran diversos estudios que demuestran que cerca del 75% del éxito en el trabajo a largo plazo está más relacionado con las habilidades blandas que con la capacidad intelectual.

Principales ejemplos de habilidades blandas

A continuación vamos a ver cuáles son algunas de esas habilidades blandas más valoradas en el ámbito personal y profesional. Porque una de las mejores formas de desarrollar este tipo de habilidades es afrontar y superar retos, o bien encontrar una manera de salir de nuestra zona de confort.

- Habilidades de comunicación: Saber comunicarte y llegar a todo tipo de personas hace que seas una profesional válida y que puedas conectar mucho mejor con aquellos con los que interactúas. Porque cuanto mejor te comuniques, mejor será tu discurso, el diálogo con tu equipo y transmitirás mejor lo que quieres comunicar.

- Inteligencia emocional: Una de las soft skills más valoradas. Poder gestionar momentos de estrés en los que no perdamos el norte, situaciones en las que hay que tomar una decisión y ser consecuente, en la que podamos comunicarnos, tener empatía y ser asertivos es imprescindible en todos los ámbitos de nuestra vida.

- Creatividad: Con ello, lo que se aprecia es que la persona aporte ideas, colabore y forme parte de la propia evolución y crecimiento de la empresa. Suele tenerse en cuenta en organizaciones con formas de trabajo colaborativas y que necesiten personas que no solo ejecuten sus funciones.

- Gestión del tiempo: Siempre nos quejamos de la falta de tiempo. Por eso en las empresas, a pesar de que la planificación y la organización está muy demandado, se valora mucho la soft skill de la gestión del tiempo. La capacidad de ser resolutivo asumiendo el trabajo y teniendo en cuenta el tiempo que tienes. Y el tiempo de los demás. -

- Pensamiento crítico: En este punto se valora mucho la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los argumentos, discerniendo entre lo brillante y lo mediocre. Se quiere a personas que puedan cuestionarse lo que ven, que analicen, que piensen y comprendan lo que sucede a su alrededor. Es importante tener un pensamiento crítico para poder evaluar con mayor certeza y así tener en cuenta todos los factores.