Los zalpha, ese sector de la población que se encuentra entre la generación Z y alpha, se diferencian del resto, entre otros aspectos, por el momento al que accedieron a las pantallas. Jóvenes y criados al amparo de Internet, esta generación posee elevadas habilidades digitales y las empresas están deseando aprovechar su dinero y su experiencia para convertirla en el objetivo prioritario de sus marcas. Se trata de una generación nacida plenamente en el siglo XXI, por lo que se le ha asignado la primera letra del alfabeto griego. Y aunque no se sabe el momento exacto en que se empezó a utilizar el término zalpha para denominar a estos jóvenes, es cierto que Kristin Patrick, directora de marketing de Claire´s, comenzó a popularizarlo para describir a la clientela principal de esta tienda de joyas y accesorios para adolescentes.

Estos jóvenes han crecido en un entorno totalmente digitalizado, con iPads y teléfonos inteligentes en la mano, por lo que saben perfectamente cómo trabajar a su favor con toda esta tecnología y el mundo que se abre ante ellos. Sumergidos de lleno en las redes sociales y con pleno acceso a Internet, a las plataformas y a todo lo relacionado con el mundo digital son el objetivo prioritario de las marcas, entre otros aspectos, por su potencial adquisitivo.

Tanto es así que muchas de la marcas comienzan a relacionarse con esta generación a través de sus redes sociales (con Instagram a la cabeza), con un enfoque muy juvenil, totalmente orientado a ellos, con memes y con un contenido sin filtrar. Por ello, la mayor parte de las marcas de ropa están contratando a la generación Z para encargarse del marketing en las redes sociales, para poder dotar sus comunicaciones y sus productos de una mejor sintonía con todos estos jóvenes. Así, con la posibilidad de interactuar con todo el conocimiento posible a solo un click, este entorno tan digitalizado no solo está afectando a sus experiencias sino que está definiendo, incluso, el modo en que interactuarán con sus semejantes.

Tecnología, ¿sí o no?

Los niños de esta generación han nacido en un momento donde los dispositivos tecnológicos son cada vez más inteligentes, todo está conectado y lo físico y lo digital se unen. Por ello, algunos expertos señalan que esta situación tendrá numerosas consecuencias positivas, pero también algunas negativas. ¡Vamos a verlas!

- Menor capacidad de atención y concentración. Al estar acostumbrados a utilizar varias pantallas a la vez y a escanear información rápidamente su capacidad de atención y concentración se ve mermada.

- Menor desarrollo de la creatividad. Al reducirse el uso de juguetes físicos, el desarrollo de la imaginación y la creatividad se resentirá.

- Menos socialización. Al pasar gran parte del día conectados se ve mermado su tiempo para aprender, jugar y socializar de forma más tradicional, ya que su socialización se traslada a las redes sociales.

- Generación infeliz. Según apuntan algunos psicólogos existe una relación entre el aumento de los teléfonos móviles y las redes sociales, y el incremento de la depresión, la ansiedad y la soledad en los jóvenes.