Y no seré yo quien les quite la razón. Quiero suponer que el entramado de profesionales, actores incluidos, que hace posible llevar una obra sobre el escenario, trabaja con márgenes tan ajustados que no pueden bajar el precio de sus espectáculos.  Por eso, por poner algunos ejemplos, las entradas para ver  El Crítico (Teatre Borras) oscilan entre los 20 y los 28 euros, ir a disfrutar de Life is a Cabarete (El Molino) cuesta 33 euros, y El Rey león (Teatro Lope de Vega) tiene unos precios que van desde los 24 euros de la butaca más barata a los 87 de la más cara.

Está claro que sus subvenciones son tan irrisorias como las que recibe el público por pasar por taquilla. Con este panorama, los amantes del teatro tienen varias opciones: quejarse mientras se rascan el bolsillo, quejarse mientras ven la tele en casa, o acudir al “otro teatro”.

Sí, hay “otro teatro”: el teatro amateur, el que no se publicita en la tele, el de los ensayos a las diez de la noche tras 8 horas en la oficina, el teatro que no deja ni un euro de renta al reparto, el que tiene en los aplausos su único margen de beneficio, el de los actores que no se ganan la vida con la interpretación, que ensayan en sus ratos libres y que, en muchas ocasiones, incluso deben tirar de recursos propios para poder sacar adelante un espectáculo.

Existen muchas compañías de estas características, como L´Esfera, un grupo de actores y actrices capaz de llevar al escenario obras dramáticas, clásicos literarios, musicales, comedias o historias de contenido social. Ya he tenido la suerte de presenciar varios de sus montajes y, francamente, sus espectáculos valen mucho más de lo que cuestan (5 euros la entrada). Puedes tenerlo muy claro: no se trata de un grupo de gente practicando su  hobby, se trata de un conjunto de actores y actrices sintiendo su pasión, no verás aficionados pasando un buen rato, verás artistas contando una historia.

Si eres un purista de la escenografía, un experto en expresión corporal o un incondicional de la interpretación más académica, tal vez seas capaz de apreciar que sus obras no son profesionales. Si simplemente eres amante del teatro, no verás ninguna diferencia con un espectáculo profesional. Parece teatro, huele a teatro, suena a teatro y emociona como el teatro…porque es teatro! Y muy bien hecho!

Tal vez la única diferencia es que en lugar de pagar 60 euros por dos entradas, pagarás 10, así que, cuando caiga el telón aún tendrás 50 euros en tu bolsillo para comentar la obra cenando con tu pareja.

¿Dónde? Centre Cultural Auditori Les Corts (Dolors Masferrer i Bosch, 33, Barcelona).