Es el momento en que nuestro organismo debe adaptarse a las bajas temperaturas, la humedad, las calefacciones, etc. y no puede resultar complicado si nos centramos en conseguirlo. Son muchos los puntos que podemos tratar para afrontar bien el cambio de estación, pero lo más básico sería:

-Cuidar la alimentación.. Se considera necesario eliminar toxinas y depurar la grasa acumulada antes de que llegue la Navidad. Es importante seguir una dieta personalizada y hacer un tratamiento depurativo a base de alcachofas (porque son desintoxicantes y lo mejor es aportarlas de manera natural), el consumo de probióticos (para renovar la flora intestinal saludable y fundamental para el organismo) e infusiones (como el diente de león o el hinojo). Incluir en tu dieta diaria alimentos ricos en vitaminas como las frutas y verduras de temporada (uvas, granadas, coliflor, brécol, setas, etc.) y evitar los platos precocinados y los refrescos para mantener altas tus defensas.

-Aplicación de terapias manuales. Es muy importante acudir a un profesional bien cualificado para aprovechar todas sus ventajas. Se recomiendan las que estimulen la circulación sanguínea y linfática (masajes específicos, por ejemplo), ya que así se favorece la eliminación de toxinas y la depuración del organismo.

-Atención a tu piel. Cuida especialmente tu cara, ya que estará sometida directamente a las bajas temperaturas propias del invierno. Es importante hidratarla y protegerla utilizando cremas adecuadas que aporten elementos imprescindibles para regenerar la piel e iluminar la tez. Consulta a un especialista que te indicará los compuestos específicos con estas propiedades esenciales que favorecen su cuidado. Protege también tus labios para evitar que se “corten” con el frío.

-Haz ejercicio. No es imprescindible acudir al gimnasio (aunque está muy indicado) pero sí lo es hacer ejercicio habitualmente. Patinar, jugar al baloncesto, al tenis, nadar, etc. son opciones interesantes que casi todos podemos practicar y no requieren un gran desgaste. Si tienes algún problema de salud concreto, consulta a tu médico antes de elegir.

-Cuida tu pelo. La fragilidad capilar se asocia a esta época del año y existen numerosos tratamientos que cumplen con el objetivo de mejorar la situación y ayudan a recuperar su vitalidad perdida. Serums nutritivos, lociones reconstructoras, cortes adecuados, colores orgánicos, etc. aplicados por un buen profesional resultan imprescindibles para devolver la salud a nuestro cabello.

Consulta a tu médico cualquier problema de salud, pues es el único capacitado para resolverlo. Ya sabemos que es tiempo de catarros y gripes, pero no hay que dramatizar la situación, simplemente seguir sus indicaciones y superarlo con tranquilidad.