Son tubérculos de la planta Solanum tuberosum de la familia de las solanáceas que forman parte de la cultura gastronómica de muchos países en los que constituyen la base de la alimentación. Existen diferentes especies que se cultivan en distintas zonas del planeta y cuyas propiedades resultan muy interesantes para la salud. De manera general, 100 gramos de patatas proporcionan 80 calorías. De su composición química podemos destacar que son ricas en carbohidratos (almidón), mucha agua, fibra, minerales (potasio, calcio, magnesio y fósforo) y vitaminas (C y del grupo B).

Su contenido graso es mínimo; lo adquieren en función de la manera en que sean elaboradas. Como ejemplo podemos señalar que para 100 gramos de patatas, cocida con piel serían 66 calorías; sin piel, 77 calorías; asadas con piel, 85; en puré con leche y mantequilla, 104 o fritas en aceite, 160. Su riqueza en hidratos de carbono es muy importante, pues el almidón que contienen se utiliza como fuente de energía para el buen funcionamiento del organismo. También resulta interesante su contenido en potasio a nivel cardiovascular (para la hipertensión) y muscular (por los calambres).

Muchas de sus propiedades se encuentran en la piel, por lo que se recomienda cocinarlas con ella siempre que se trate de las denominadas “patatas nuevas”, que son las de la cosecha. Compra las de temporada. Consérvalas en lugar fresco, seco y no totalmente oscuro, sin amontonarlas en exceso y procurando usarlas pronto para evitar que germinen. Antes de cocinarlas lávalas con agua para eliminar la tierra presente en la monda. Si las pelas, que sea muy fina la capa que eliminas para aprovechar todos sus nutrientes.

Prepáralas de manera sencilla. Te proponemos varias recetas:

- Cortadas a la mitad con piel, una gota de aceite y sal. Hornea unos veinte minutos a 180 grados.

- Enteras con piel y aceite. En el horno unos treinta minutos a 180 grados. Mejor que no sean demasiado grandes para que queden “bien hechas” por dentro.

- Cocidas enteras en agua con sal. Unos veinte minutos para que alcancen una textura agradable.

- En puré con zanahorias y apio. Cuece los vegetales pelados finamente en agua con sal. Escúrrelos bien y colócalos en un bol. Añade una cucharada de aceite de oliva virgen. Tritura con la batidora hasta alcanzar la textura deseada.

- Gratinadas con perejil, orégano, ajo y aceite. Coloca las patatas en rodajas y con piel en la fuente de horno. Pon encima los ingredientes y gratina unos veinte minutos a 180 grados. También puedes cubrirlas con queso (en lonchas o rallado).

- Rellenas de carne. En una sartén fríe y sazona la carne picada (cerdo, ternera o ambas combinadas). Puedes utilizar sal, perejil, ajo, orégano, pimienta blanca, albahaca, etc. Haz un hueco en las patatas y rellénalas con la carne que has preparado previamente. Hornea treinta minutos a 180 grados.