Por favor, con el titular, que nadie se imagine a uno de los robots protagonistas de la saga terminator llevándole a cabo una revisión prostática o similar, no se trata de armatostes de esta envergadura, si no de una diminuta cápsula endoscópica capaz de realizar un escaneado mediante ultrasonidos de la zona gastrointestinal.

El grupo de científicos que ha trabajado durante más de una década en el proyecto bajo la batuta de la Universidad de Glasgow, ha desarrollado Sonopill, la cápsula que realiza una imagen global de todo el intestino entrando vía rectal, como un supositorio, con un tamaño de 39 mm de longitud, y 21 mm de diámetro, lo cual es bastante pequeño, y en comparación con el tubo necesario para llevar a cabo una endoscopia, es menos molesto.

De hecho, los mismos científicos esperan que Sonopill puede sustituir un día al tradicional procedimiento endoscópico. Además, las imágenes realizadas mediante ultrasonidos tienen la virtud de ser más útiles para la detección de células cancerígenas.

En palabras del profesor Pietro Valdastri, Catedrático de Robótica y Sistemas Autónomos en la Universidad de Leeds (Inglaterra), y autor sénior del paper en el cual se detalla la investigación "esta tecnología tiene el potencial para cambiar la forma en la que los médicos llevan a cabo los exámenes de tracto gastrointestinal".

"Estudios previos han demostrado que los micro ultrasonidos son capaces de capturar imágenes de alta resolución y visualizar pequeñas lesiones en las capas superficiales del intestino, proporcionando información valiosa sobre los primeros signos de la enfermedad", continuaba el catedrático.

Para que la cápsula pueda avanzar a través del intestino, los desarrolladores han encontrado un método muy ingenioso: manipulación magnética. La fuerza magnética empleada por el sistema no produce ningún daño al paciente, siendo capaz de atravesar los tejidos para facilitar un movimiento preciso que no provoque ningún daño.

Un pequeño imán ubicado dentro de la Sonopill es atraído por una serie de imanes ubicados en un brazo robótico que se mueve por encima del paciente. Un sistema de inteligencia artificial trabajando a tiempo real se encarga de guiar la pequeña cápsula para que esta pueda posarse suavemente contra la pared intestinal, que es como se obtiene la máxima calidad de las imágenes por ultrasonidos.

La dotación del robot se completa con un transductor de micro ultrasonidos, una luz LED, y una cámara. Las imágenes producto del escaneado se envían a un ordenador mediante un fino cable que pasa por el recto.

Las enfermedades del tracto gastrointestinal son las responsables de aproximadamente ocho millones de muertes al año en todo el mundo.