Los radicales libres son compuestos formados por el metabolismo normal del organismo. Ciertas reacciones enzimáticas específicas se centran en su correcta eliminación, pero, cuando se genera una excesiva cantidad de radicales libres, no es posible llevar a cabo eficazmente su expulsión y se acumulan sin ser neutralizados provocando envejecimiento y ...
Los radicales libres son compuestos formados por el metabolismo normal del organismo. Ciertas reacciones enzimáticas específicas se centran en su correcta eliminación, pero, cuando se genera una excesiva cantidad de radicales libres, no es posible llevar a cabo eficazmente su expulsión y se acumulan sin ser neutralizados provocando envejecimiento y muerte celular.
Entre los factores que influyen en la aparición de un exceso de radicales libres se encuentran:
-Consumo excesivo de alcohol y tabaco.
-Dieta con alto contenido de grasa y nutrición desequilibrada.
-Exceso de radiación solar.
-Ejercicio muy intenso (en los deportistas profesionales) o sedentarismo.
Es posible reducir los factores de riesgo asociados a la aparición de radicales libres actuando a diferentes niveles, siendo el más interesante el dietético. Los expertos recomiendan el consumo de alimentos ricos en antioxidantes con capacidad protectora frente a los radicales libres. Entre los alimentos más ricos en antioxidantes, podemos incluir:
-Aguacates, con un elevado contenido en vitamina E, que previene la oxidación de las sustancias oleosas que protegen las células.
-Bayas (moras, fresas, frambuesas, arándanos, etc.) son ricas en betacarotenos y antocianinas. También presentan una elevada proporción de vitamina C.
-Brócoli o brécol. Contiene vitamina E, C, betacarotenos y otros compuestos fitoquímicos de gran poder antioxidante como los indoles (que le dan el color verde).
-Cítricos (naranja, limón, pomelo, mandarina, etc.) presentan una elevada proporción de vitamina C.
-Coles verdes (repollo, coles de Bruselas, col, etc.) del grupo de las crucíferas contienen vitamina C, betacarotenos y compuestos ricos en azufre. No deben cocerse excesivamente para evitar la pérdida de sus propiedades.
-Espinacas. Contienen luteína y zeaxantina, de especial interés para la protección de la vista.
-Tomate. Presenta una elevada proporción de licopeno (potente antioxidante). La concentración y calidad de este compuesto va a depender de la variedad de que se trate, su madurez, la forma de consumo, etc. Se cree que la mejor forma de asimilación es usándolo frito porque con el calor y el componente graso la favorecen.
-Uvas, ricas en elementos antioxidantes (taninos, antocianos, flavonoides, etc.). El resveratrol es uno de los más potentes porque activa enzimas que actúan a este nivel y, además, se le reconocen propiedades cardioprotectoras.
-Zanahorias, ricas en betacarotenos y provitamina A. Es un perfecto antioxidante y protege nuestra piel de los rayos solares.
También sería conveniente modificar ciertos hábitos nocivos. Un primer paso se centraría en eliminar el tabaco y reducir el consumo de alcohol al mínimo porque se consideran factores determinantes del envejecimiento celular. Evitar la radiación solar excesiva en horas de máxima potencia y sin protector solar es fundamental para cuidar nuestra piel y evitar la aparición de manchas y arrugas. Hacer un ejercicio adaptado a nuestras capacidades de manera habitual reduciría el sedentarismo y mejoraría nuestra salud a todos los niveles.
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